27 ene 2007

VIGENCIA DE LA LUCHA DEL MEDICO SALVADOR MAZZA

El drama sanitario del NOA y los actuales chagásicos que se multiplican

El comienzo de la estación cálida significa, especialmente para los habitantes de las regiones rurales del noroeste del país, empezar a sufrir la picadura de cientos de vinchucas cada noche. Estas, además de acarrear el potencial peligro de la transmisión de la enfermedad de Chagas, son capaces de extraer grandes cantidades de sangre a las personas, llegando a producir hasta anemia crónica en algunos casos. En Chagas investigan científicos del Centro de Investigación Científica y de Transferencia Tecnológica de La Rioja (CRILAR), dependiente del CONICET.

La endemia: Luego de más de 40 años de actividad de programas nacionales y provinciales, la transmisión de la enfermedad de Chagas en la Argentina continúa siendo la principal endemia sanitaria en el noroeste. Desde la década de 1960, la transmisión de esta enfermedad disminuyó a nivel nacional. Sin embargo, para los médicos participantes en este encuentro, en esta región argentina, la realidad contrasta negativamente con la observada hacia fines de la década de 1990. Esto es la consecuencia de un desordenado proceso de descentralización –dicen- del Programa Nacional de Chagas que derivó en una década de problemas estructurales.
En algunos lugares, la situación retrocedió al escenario que existía a mediados de los años ’60, como el que se observa en áreas rurales con más del 60% de viviendas infestadas. En zonas rurales del sur de La Rioja, Santiago del Estero, Chaco y Formosa se registra más del 50% de viviendas con vinchucas en altas densidades.

Tan importante tema fue el centro de discusión de una reunión reciente, convocada por la coordinación de un proyecto financiado por la Comunidad Europea, por el IDR (Francia) y el CONICET. Al encuentro asistieron investigadores de Francia, Brasil, Bolivia, Uruguay, México y Argentina (Universidad Nacional de Salta e instituciones del CONICET radicadas en La Plata, en Buenos Aires y en La Rioja -CRILAR- ).
Los científicos discutieron acerca de los resultados de un proyecto integrado que evaluó características fenotípicas y genotípicas de Triatoma infestans, el principal vector de la enfermedad de Chagas en esta región de América. "Las conclusiones más relevantes indican, por un lado, que las poblaciones de T. infestans tienen un grado importante de variación genética y una gran plasticidad fenotípica que les provee gran capacidad adaptativa, en especial en la región del Gran Chaco americano", expresó el Dr. Gorla, al tiempo que aclaró que se presentaron evidencias sobre la existencia de tres diferentes poblaciones de T. infestans, ubicadas en las regiones andina, chaqueña y una zona intermedia. "Cada población tiene particulares características feno-genotípicas; algunas tienen elevada resistencia a insecticidas piretroides, y otras tienen una gran capacidad de colonizar nuevas áreas.
Dentro de la Argentina, las poblaciones de vinchucas resistentes a piretroides están restringidas a la localidad de Salvador Mazza (Salta), y no se encontraron evidencias de que haya dispersión de tales poblaciones hacia el sur", prosiguió. Pero la preocupación más significativa reside en la falta de insecticida en todas las jurisdicciones con transmisión vectorial activa de la enfermedad de Chagas, con excepción de Santiago del Estero. "Paradójicamente", agrega Gorla, "en esta provincia no se puede usar el insecticida existente debido a que el programa provincial no cuenta con personal capacitado para su aplicación".

Posibles soluciones: Una de las necesidades más urgentes es la de buscar activamente, y tratar, a infectados menores de 15 años en todas las jurisdicciones donde haya un efectivo control de vinchucas, ya que ellos pueden ser tratados y curados siempre que se los devuelva a viviendas libres de tales insectos. Datos recientes sobre la situación en La Rioja y Santiago del Estero demuestran que la eliminación de las poblaciones peridomésticas de T. infestans es prácticamente imposible con la técnica actual de rociado con piretroides. Esta situación, sumada a la existencia de focos de T. infestans resistentes a piretroides en el norte de Salta, y a grandes áreas con poblaciones de T. infestans resistentes en Bolivia, refuerzan la necesidad de acelerar estudios sobre métodos alternativos de control de poblaciones peridomiciliarias, monitoreo continuo de susceptibilidad a piretroides, grado de intercambio entre poblaciones intra y peridomésticas, métodos de detección de vinchucas en bajas densidades y el proceso de dispersión en T. infestans.Terminar con las "fábricas de chagásicos": Para los investigadores del CRILAR/CONICET, el principio del fin de esta historia ocurrirá cuando se cierren lo que ellos llaman "fábricas de chagásicos", instaladas en las viviendas del noroeste argentino infestadas por vinchucas que "exportan" Chagas y marginalidad hacia las grandes urbes argentinas y hacia países no endémicos.

FUENTE: INFORMES DEL CONICET/CRILAR – 2007.

16 ene 2007

DATOS PARA NUESTRO FUTURO

La historia argentina y el federalismo económico.

Por Juan Carlos Nicolau.

Cuando España dio forma jurídica al Virreinato del Río de la Plata, cuyo bicentenario se celebró en 1976, las regiones que lo constituían se desenvolvían dentro de un sistema económico coherente. El corazón del mismo era la ciudad de Potosí, en cuyo cerro se encontraban minas de plata, mineral codiciado por los conquistadores y cuya explotación se efectuaba recurriendo a la mano de obra indígena. Sin enumerar en detalle la producción de ese mineral, la singularidad del desarrollo alcanzado por esa minería se pone de manifiesto al tener en cuenta que, en 1670, la zona denominada Alto Perú contaba con una población cercana a los 200.000 habitantes.

Alimentar y vestir a los trabajadores indígenas, al menos para que pudieran subsistir, condujo a establecer una industria artesanal, con rasgos de manufactura, que sobre la base de los algodonales de Salta y Tucumán, proveían de esta fibra a los poblados donde se concentraban las correspondientes tejedurías. La producción textil de los telares permitía obtener burdas telas destinadas a confeccionar ropas para ocultar "las desnudeces" de los indígenas, pues las telas provenientes de España tenían un precio alejado de sus posibilidades económicas.
Córdoba en el centro del actual territorio argentino, criaba el ganado mular requerido para el transporte del mineral, cuyo engorde se realizaba en los campos de Salta, mientras Tucumán era fuente de maderas y curtiembres para obtener cueros, sin dejar de mencionar su explotación azucarera que abastecía prácticamente todas las necesidades del país.
La región nordeste cultivaba la yerba mate, el tabaco y producía aguardiente de caña, y se construían embarcaciones, mientras en la zona de Cuyo, los caldos eran la actividad productora principal de su economía regional, siendo el litoral el proveedor de ganado vacuno y caballar, mientras producía cueros secos y salados y carnes preparadas como tasajo.
En resumen, la actividad minera del norte había desarrollado un federalismo que se traducía en un equilibrio económico que, al margen de esa actividad productora, se reflejaba en distintos zonas, donde primaban diversos intereses políticos y culturales, tales como el gobierno del virreinato establecido en Buenos Aires, la famosa universidad de Chuquisaca y el puerto de Montevideo que brindaba mejores condiciones marítimas para el arribo de naves de ultramar.
Cuando la Banda Oriental, con Artigas a la cabeza, después de la Revolución de Mayo propuso la organización política de las provincias sobre la base de un sistema federativo, este respondía a la real estructura económica y social del virreinato. Pero este propósito no prosperó a consecuencia de la guerra de la independencia contra el poder español y en particular, por la intransigencia de Buenos Aires que concentraba el poder económico derivado de las importaciones extranjeras y, posteriormente, debido al crecimiento inusitado que adquirió la actividad pecuaria con la exportación de cueros salados y secos seguido del procesamiento de carnes saladas, dirigidas a los mercados de esclavos en las plantaciones de azúcar de Brasil y Cuba.
La estructura económica basada en la explotación de la plata del Alto Perú naufragó por la guerra contra España y simultáneamente por el empuje de la Revolución Industrial inglesa al infiltrarse con sus mercaderías por el puerto de Buenos Aires. La economía bonaerense se desarrollo y fortaleció, acrecentándose por la expansión de la frontera sur al ampliar el dominio de los hacendados y décadas más tarde por la explotación agrícola de las magníficas tierras de la hoy denominada "pampa húmeda", mientras el territorio altoperuano azotado por la guerra dejó de gravitar en el conjunto del antiguo virreinato.
Luego de cruentas y dolorosas luchas civiles, los intereses agropecuarios del Litoral dieron la espalda al interior del país, una estructura económica basada en la exportación de carne y cereales y su intercambio por productos manufacturados en el extranjero, reemplazó al antiguo sistema económico virreinal. Este cambio respondió, a su vez, a la declinación mundial de España que perdió su hegemonía frente a la Gran Bretaña.
Buenos Aires continuó siendo lo que había sido siempre, la Aduana de su puerto, y a través de éste las mercaderías foráneas sustituyeron trágicamente a muchas de aquellas que hubieran podido ser producidas en cantidad y calidad en el país, en los lugares de origen de la materia prima. Las provincias interiores paulatinamente se empobrecieron, salvo pequeños núcleos aislados, decreciendo su población en términos relativos respecto al litoral, como consecuencia se produjeron marcadas asimetrías en la economía de las provincias del noroeste.
Esta descripción histórica es conocida, cualquier argentino medianamente preocupado por la situación política y social de nuestro país es conciente de ella y sufre directa o indirectamente las consecuencias de este desarrollo inorgánico, siendo innumerables los estudios, ensayos y discursos que se han pronunciado en torno al tema, especulando incluso en una supuesta inviabilidad como nación. ¿Por qué entonces, insistir en el análisis del problema relacionado con la ausencia de un federalismo económico y el supuesto federalismo político? Es que éste, continúa siendo una variable fundamental en cualquier solución al futuro argentino.
Argentina debe, no sólo desarrollar sus riquezas potenciales que son significativas, debe simultáneamente concretar un federalismo económico y político que permita ocupar la mano de obra existente en cada región del país evitando la concentración desmedida ya existente en las provincias del litoral. La creación de riqueza por el trabajo debe conducir a una mejor condición de vida para una mayoría, no sólo en cuanto a bienestar material sino también cultural y social. Es preciso que esto ocurra para evitar un usufructo desequilibrado como ocurre actualmente, cuando algunos contribuyen al esfuerzo, pero no participan en los beneficios, dando lugar al contraste entre el denominado interior y el litoral marítimo.
Pero esta propuesta presupone desarrollar un sistema económico que protegiendo las áreas en las cuales el país tiene ventajas comparativas con el exterior se incorporen nuevos emprendimientos acordes con los adelantos tecnológicos y científicos. En la actual coyuntura argentina frente a un mundo que utiliza una tecnología cada día más compleja que se expande a un ritmo vertiginoso, será necesario promover el aprovechamiento de la capacidad intelectual de nuestra población y enfatizar la adecuada enseñanza a todos los niveles de la población.
El federalismo económico a proponer debe estar en condiciones de absorber las nuevas tecnologías, negociando con aquellos países o grupos internacionales que la detentan, sin caer en los simplismos de los extremos. Es preciso utilizar imaginación y audacia para concentrar el esfuerzo en aquellos sectores dinámicos que utilicen las ventajas comparativas que poseen determinados sectores, mientras al mismo tiempo se protegen otros que puedan requerir apoyos impositivos o aduaneros para afirmar su existencia con el compromiso de alcanzar la vitalidad necesaria para actuar en competencia.
En la búsqueda de objetivos concretos para la Argentina futura esta propuesta es válida y debe ser una base para determinar el rumbo a seguir, este no puede responder a decisiones voluntaristas ni declaraciones ambiguas. Los hechos históricos constituyen un antecedente de fundamental importancia, ellos son hitos que pueden contribuir, a partir de los errores pasados de un librecambio funesto, obtener la visión de un porvenir más venturoso.
Argentina fue en el pasado, en particular en la primera mitad el siglo XX, la hermana mayor de América Latina por su condición socio-económica y por el enfoque sudamericano de sus hombres de gobierno, hoy debe tomar conciencia y aceptar su retroceso relativo buscando nuevas bases para su vinculación continental. El proyecto del Mercosur continúa siendo un camino válido en la medida que se dejen de lado las suspicacias que acarrean el juego mezquino de los intereses sectoriales. Sin pretensiones de hegemonía política, carentes de validez en el presente, Argentina debe persistir y perseverar en una integración latinoamericana que en el pasado contemplo con cierto desdén, para complementar su desarrollo interno y promover el de los países participantes.
Es sabido cuantas dificultades presenta materializar los objetivos señalados. Los mayores inconvenientes surgirán de la oposición de los famosos intereses creados que siempre desean mantener sus privilegios. En este sentido resulta de particular importancia cambiar la mentalidad argentina, los resabios de un pasado relativamente venturoso, de gran movilidad social y de crecimiento económico de espaldas al país real, con la mirada puesta en una Unión Europa que ha dejado de existir, a partir de la crisis económica mundial de los años 30 del siglo pasado, como potencia mundial, al ceder éste lugar a los EE.UU. y concretar su política a acrecentar su mercado interno incorporando a todas las naciones que la integran para afianzar un supuesto "estado de bienestar.
Será necesario olvidar los perimidos conceptos de una Argentina agrícola-ganadera excluyente, para pensar en un país integrado en sí mismo, con sus industrias asentadas en la utilización de sus materias primas para competir con decisión en un mundo estrechamente interrelacionado. Un futuro posible se logrará por prepotencia de trabajo sin mendigar ayudas interesadas, pero sin refugio en un aislacionismo imposible en nuestro tiempo, dejando atrás más de medio siglo de reiterados fracasos económicos reflejados en la declinación del producto bruto interno y por otra parte, políticos, con la degradación de la democracia, oscurecida por una mitología populista.
El futuro de la Argentina está en manos de sus habitantes, luego de diez largos años durante los cuales se perdieron sus fuentes de energía, su sistema ferroviario y su industria liviana y semi-pesada, es posible que nuevas generaciones logren orientarla hacia un porvenir más venturoso social, económico y cultural.

SOBRE EL AUTOR DE ESTE ARTICULO: J.C. Nicolau nació en Buenos Aires. Se graduó de ingeniero en la Universidad Nacional de la Plata en 1951. Realizó investigaciones en el Archivo Nacional de Río de Janeiro (Brasil), en Washington, en el National Archives (EE.UU.), y en el British Museum y National Archives (Londres). Es miembro de la Sociedad Científica Argentina, del Centro Argentino de Ingenieros, de Comité Argentino de Ciencias Históricas y de la Asociación de Historia Económica Argentina. Ha publicado numerosos libros (que iremos reseñando en esta misma página) y en especial Ciencia y Técnica en Buenos Aires (1800-1860) que fuera editado por EUDEBA.

10 ene 2007

DE COMO SE ALIMENTA UN HOLOCAUSTO COTIDIANO

El idioma del hambre en el mundo del presente

A la larga lista de eufemismos políticos y sociológicos actuales: ajuste con rostro humano, países en vías de desarrollo, globalización, estabilidad, seguridad, habría que añadir uno más: crisis alimentaria.

La Cumbre Mundial sobre la Alimentación que se reunió en Roma del 13 al 17 de noviembre de 1996, con la participación de 100 mandatarios, se propuso reducir para el año 2015 la mitad de las personas que sufren hambre en el mundo. Para el caso que aquella meta fuese alcanzada, morirán -de cualquier manera para el año 2015- por falta de alimentos 142 millones de niños menores de 5 años. Después de la cumbre de Roma, uno no puede dejar de pensar como Onetti: las únicas palabras que tienen derecho a existir son aquellas mejores que el silencio.El documento aprobado de 46 páginas demandó 6 meses de negociaciones entre los 440 delegados de los 137 países, no pasando el plano de las recomendaciones y tecnicismos previsibles. Estos expertos, asalariados de la globalización, sólo pusieron en duda la hermosa frase de Andrés Rivera: Futuro, esa palabra que cobija la fugaz nobleza de los sueños del hombre. No hubo sueños en la cumbre: sólo el "acto criminal de eliminar la ilusión". Sólo presagios inasibles de malas muertes.
El crecimiento demográfico, más el aumento incesante de pobrezas sin límite, como consecuencias de la voracidad de las grandes empresas, proyectan guarismos hacia el año 2015 que duplican las cifras antedichas.La "declamada" renuncia en 1996 a seguir matando por parte de las grandes transnacionales que manejan a los países llamados ricos los condujo a suscribir los Objetivos del Milenio y -como si fuera proeza- reducir a la mitad la pobreza, el hambre, la mortandad infantil para el año 2015. Nueve años después nos encontramos con la utopía contraria: nos han hecho entrar a mayor velocidad y a "paso de ganso en la miseria y en la sangre". Los objetivos se lograrían recién para el año 2215, como denunciara el Presidente Chávez el 15 de septiembre del año 2006 en la ONU. El Presidente Venezolano exponía el desamparo de los pueblos y la búsqueda desesperada -en los tiempos oscuros- de una razón para reír.
Las medidas que se aprobaron en Roma eran previsibles y corren el riesgo de convertir "al apocalíptico caballo en el alado Pegaso": no se habló de redistribuir alimentos entre zonas excedentarias y deficitarias, ni de la tenencia de la tierra entre latifundistas y campesinos, ni del robo de las multinacionales agroalimentarias de semillas mejoradas durante cientos de años por campesinos del Tercer Mundo.
Hablaron de pobreza sin decir basta. Del achicamiento de los mercados laborales y sus futuros hambrientos. De generaciones venideras, inmolando las presentes en la pira del crecimiento económico. Y ello sin prestar atención a la advertencia de Pablo Neruda: El hambre, no era sólo hambre, sino la medida del hombre.La FAO, convocante de la cumbre, no puede olvidar que su antiguo presidente, Josué de Castro, en su "Geografía del hambre", desterró la palabra subnutrición para sustituirla por hambre, trasladando el problema, como corresponde, de las ciencias de la salud a las ciencias políticas.En ese sentido el Director de la FAO, dependiente de Naciones Unidas, Jacques Diouf, con cierta timidez, manifestó "que el mundo produce hoy suficientes alimentos para dar de comer a todos, pero no todos tienen acceso a ellos". El mismo Vaticano, muchas veces más preocupado por cuestiones celestiales que por la cruz de los humanos, manifestó "El problema del hambre no depende de la escasez de alimentos, sino de su mala distribución, motivada por las estructuras de pecado que provocan que millones de personas carezcan de recursos para adquirirlos".
Las Naciones Unidas, en su informe de 1996, con su habitual prudencia, clama por nuevas solidaridades porque "la globalización se transformará en un monstruo de excesos enormes y desigualdades grotescas".El neomalthusiano Paul Erlich, en 1968 establecía una relación de causa efecto entre crecimiento demográfico y hambre: "La batalla para alimentar a la humanidad ha llegado a su fin. En los años 70, el mundo atravesará períodos de hambruna y cientos de millones de personas morirán".
En 1974, poco después de la clausura de la primera Conferencia Mundial de la Alimentación, el secretario de Estado de Estados Unidos, Henry Kissinger, manifestó su opinión contraria al malthusianismo y una visión optimista del futuro: "Hemos de proclamar un objetivo claro: de aquí a una década no habrá ningún niño que se vaya a dormir con hambre, ninguna familia vivirá en la angustia de no tener pan para el día siguiente, y ningún ser humano verá su capacitación y su futuro impedidos por una nutrición deficiente". Profesando su fe en los avances tecnológicos, Kissinger añadía, no exento de vocación irónica: "Tenemos la capacidad técnica necesaria para liberar a la raza humana del flagelo del hambre". Es cierto lo que expresaba, la tecnología existe y los alimentos también. Pero "Nosotros no distribuimos los alimentos teniendo en cuenta las regiones que los necesitan. Los excedentes agrícolas son distribuidos en base a consideraciones políticas y de poder en las relaciones internacionales. En otras palabras, usamos los alimentos como si fueran municiones", señalaba preocupado el Senador McGovern y ex candidato a presidente de los Estados Unidos, previendo, quizás, un futuro intolerable para la imaginación.
En la actualidad los organismos internacionales como la FAO volean al viento cifras pavorosas: 900 millones de personas sufren hambre en los países donde habita la pobreza. Un holocausto evitable que, todavía, es la causa directa de la muerte de 14 millones de niños cada 12 meses.En nuestra Argentina, donde sobran los panes, cuatro niños mueren cada hora en los calendarios del hambre. Los suelos fértiles y aún los yermos de la tierra, junto a la tecnología de fin de milenio nos debería haber proporcionado la abundancia, pero nos ha dejado apenas el deseo.
Todos sabemos que en la injusta distribución de la riqueza es donde se encuentran las causas de las muertes por hambre. Debemos decir que no se produce para satisfacer las necesidades de los hombres. Se produce para ganar. Y esto interesa más que la vida y el bienestar de las personas.
Semprum nos habla de un asiento originario donde arraiga la libertad humana, capaz de producir el bien o el mal, ontológicamente equivalente. De lo que resultaría la imposibilidad de decretar la inhumanidad del mal. Pero en el acto fundacional del hombre están las potencialidades para que la condición humana sea un acto de dignidad. Ya no hacen falta los campos de concentración ni los hornos crematorios, ellos están en las calles de la pobreza, en los barrios miserables donde se nace y se muere de cualquier manera. Una barrera provocada de indiferencia los invisibiliza. Las mismas y nuevas hogueras del horror humano donde se consumieron y se consumen Miguel Servet, Etienne Dolet, Giordano Bruno, las mismas llamas donde murieron en Alemania seis millones de personas, en nombre de la raza aria, los mismos fuegos que matan por hambre millones de personas en nombre del neoliberalismo. El holocausto de los pobres, de los nadies, de los ninguneados. "Lo innombrable y lo nombrable. El espacio del misterio, el sufrimiento y el terror que pide muchas palabras y éstas no aparecen".
Pero los que dominan, irremediablemente humanos, sacralizaron el presente y lo transformaron en perpetuo. No faltaron las extravagancias, ni las paradojas, y algunos intelectuales proclamaron el fin de la historia. Cómo se puede creer que el destino condene para siempre a los que "edifican ciudades que no habitan, a los que siembran el pan que no tendrán mañana. A los que se disputan solamente el hambre y el peligro".
Nosotros las civilizaciones, sabemos ahora, que somos mortales, decía Valery. Los hombres mismos hacen su historia. Nada les está garantizado por anticipado por una fatalidad tutelar. No se posee sino lo que se conquista, y lo que ha sido conquistado puede ser perdido. Los dueños de la globalización y de las riquezas, un centenar de grupos económicos, intentan sepultar bajo una "aldea global con valores de mercado" la aventura infinita de pueblos y lenguajes.
La sociedad capitalista establecida sobre la razón, que proclamó enfáticamente la libertad y la igualdad, desembocó en irracionalismo sin cuentos: millones de pobres se "desvisten el cuerpo y el estómago", países en ruinas, transformados en mercados menesterosos, con lenguas nacionales deterioradas por la prepotencia económica del idioma colonial, donde las preguntas se responden en prisión o en la tumba, millones de muertes por miserias alucinantes. Los frutos de la razón parecen amargos.Sociedades que alcanzaron una civilización brillante se derrumbaron por la toma violenta de las bastillas. Otras, se han desplomado, no bajo las lavas abrasadoras de las revoluciones, sino porque las fuerzas que dominaban en ellas se han mostrado impotentes para quebrar las resistencias milenarias de las culturas. Sus ciudades, antaño florecientes, duermen hoy en los desiertos azulados por la luna, sin guardar de sus esplendores desvanecidos más que la magia de algún nombre ligado a algunas ruinas.

Alberto Morlachetti

3 ene 2007

ANAQUELES EN ENERO

PROMETEO LIBROS: NOVEDADES EDITORIALES DE ENERO

El futuro actual de Ariel Colombo - ISBN: 987-574-064-0 - Número de pag: 138
Precio: $25 - Editorial Prometeo libros.

Este libro reúne notas elaboradas entre fines de 2003 y principios de 2005 -algunas resultado de exposiciones, y otras de indagaciones más sistemáticas-, que tienen en común la referencia a la acción colectiva, al tiempo y a la democracia.
Por una vía u otra estos borradores se aproximan a la idea común de la valorización actual del futuro o del tiempo como emplazamiento, recorriendo un camino que pasa por el fracaso de la modernidad para aprovechar la escisión entre historia y tiempo; la distinción desde el punto pragmático entre la fuerza ilocucionaria de los actos de habla y la fuerza moral; las restricciones que enfrenta toda tentativa de trascender democráticamente al capitalismo; los aspectos relevantes a tener en cuenta en un estudio que asocie la acción colectiva a la democracia; los límites institucionales impuestos a la iniciativa popular seguida de referéndum; las falsas objeciones teóricas dirigidas a la democracia directa y la desobediencia civil; la distinción entre la idea de "señoreaje" y la de "hegemonía" y una caracterización del poder norteamericano desde esa misma noción de "señoreaje".

Nuevos modelos de la hostia. Filosofía y matices subjetivos por Claudio Martyniuk -ISBN: 987-574-097-7 - Número de pág: 122 - Precio: $26 - Editorial Prometeo libros.

Hay ciertos temas indefinidos, de sombría figuración, que quizás sólo lleguen a ser iluminados por una falsedad cercana a la piel. ¿Podemos aprender algo totalmente nuevo sobre el silencio o el dolor? ¿Pueden los textos aparecer cargados de dolor? Un sujeto feliz, ¿podría imaginar y pintar la atmósfera de infelicidad sin abandonar su mundo? ¿Podría advertirse, en un libro, la ausencia de autenticidad?
Un yo roído, que detesta la insensibilidad pero toca las flores con manos sucias, un yo sin filosofía, sin poema que pueda darle expiación. No es un mundo en el que se pueda estar sencillamente sentado. El silencio es transformado en enigma, distancia extrema, sin empatía, capaz de revivir las cosas como si no tuvieran otro sentido que aquel que está en la superficie, rozado por todos. Descubrir, entonces, esa percepción como si fuera la primera. Turbarse, dar cuerpo a lo incorpóreo, creer en la realidad de ese estado infantil en el que las cosas aún no tienen nombres. Mirar, y mirarse mirar y apartar los ojos al mismo tiempo. Quedar ante las fronteras. ¿Dónde están los límites del cuerpo? ¿En el espacio? ¿A disposición del poder público, que gobierna sobre los órganos? ¿Dónde establecerse? Tal vez donde se pueda obtener una sensación de aislamiento. O mejor donde la noche no esté poblada de aullidos. Y atesorar un álbum roído, un álbum propio. Método del álbum: sombras pegadas, representación de sombras entre sombras. Es el tartamudeo de un sentido que no puede reencarnarse. Apenas se anotan estados intangibles, vagabundeos abstractos, esbozos de glosas.

Problemas fundamentales de la filosofía - Autor: Georg Simmel - ISBN: 987-574-060-8 - Número de pag: 128 - Precio: $26- Editorial Prometeo libros.

Al terminar Problemas fundamentales de la filosofía el lector puede preguntarse si los problemas que Simmel desenvuelve a lo largo del libro pertenecen al campo de la filosofía, si son problemas fundamentales de la filosofía, o si la filosofía no tiene otro fundamento que este conjunto limitado de problemas que la instituyen y marcan. ¿Habría filosofía sin estos problemas? Estos problemas (el Ser y el devenir, el tiempo, la vida y la muerte, el sujeto y el objeto, el mundo, la esencia y la apariencia, la verdad) ¿son resolubles? O en todo caso, ¿cada época histórica no encontró una manera singular de planteárselos e intentar resolverlos? Simmel, como es de imagi­nar, no se propone, al desmontar diferentes respuestas que se le dieron, dejarlos atrás, como si pertenecieran a una época pasada, la época de la metafísica. Pero ya al plantearlos y mostrar su congénita irresolución está, en cierto modo, desprendiéndose de ese pasado al que sin embargo pertenece, y proyectando a la vez el pensamiento por venir.

El conflicto social y político. Grados de libertad y sumisión en el escenario local y global - Compiladores: Mario Burkún y Claudia Krmpotic - ISBN: 987-574-116 - Número de pag: 238 - Precio: $35 - Editorial Prometeo libros.

Los compiladores han reunido en nueve capítulos un conjunto de reflexiones teóricas, descripciones empíricas y tensiones ideológicas recuperando una noción clave como la de conflicto, analizado en términos sociales y políticos y en su relación con la desigualdad. Llamando la atención a partir de las actuales imágenes de incivilidad, las diásporas, la desorientación cognoscitiva de las personas, la vulnerabilidad de las institucio­nes, el espejismo del trabajo, la recomposición del frente global de luchas y del biopoder en la situación nacional, los problemas de autoridad, y la condición de mujeres y jóvenes en el marco de un desarrollo humano sustentable, sus planteos se suman a un momento de particular productividad material e intelectual.
Como se señala en la introducción, "nos encontramos entonces, con el dilema de someternos a la mimetización del sujeto que acepta ser de 'piel negra con máscara blanca', al mismo tiempo que siente un rechazo instintivo y percibe una posibilidad de más en más conciente de su trazo identitario en la práctica existencial, un 'pesimismo de la inteligencia con optimismo de la voluntad'. Los caminos no trazados de un nuevo paradigma convocan a aportar a la construcción de tramas sociales que recreen las formas de hacer política y den vitalidad a las expresiones de libertad y autonomía frente al disciplinamiento global".

Los senderos de la nueva izquierda partidaria - Compilador: Juan Abal Medina -ISBN: 987-574-090-X - Número de pag: 298 - Precio: $39 - Editorial Prometeo libros.

En este oportuno libro sobre los orígenes y dinámicas de los partidos de izquierda y centro izquierda en América latina y Europa occidental contemporáneas, Juan Manuel Abal Medina y sus colaboradores hacen una valiosa contribución al estudio comparado de la democracia. Además de proveer una lúcida y rigurosa síntesis que brinda un necesario orden a la extendida literatura teórica existente sobre los partidos políticos, el capítulo introductorio escrito por Abal Medina ofrece un novedoso marco teórico integrado que combina con habilidad perspectivas institucionales y societales para explicar la emergencia y evolución de los partidos políticos modernos. Este marco es puesto a prueba en los capítulos subsiguientes contra un amplio conjunto de estudios de casos realizados sobre América latina y Europa occidental. El resultado es un espléndido volumen que nos lega una enriquecedora enseñanza sobre los partidos políticos modernos.
Dice Richard Snyder del Department of Political Science, University of Illinois at Urbana-Champaign: "Este libro trata de un tema político fundamental: los partidos como actores clave de cambio y transformación. Los autores muestran que los partidos políticos de izquierda en América Latina tienen poca institucionalización organizativa y permiten mucha autonomía a los líderes, lo cual puede generar acciones imprevisibles y poco control democrático. Este libro será una referencia obligada tanto para los estudiosos como para los practicantes porque el foco sobre los partidos ilumina un amplio panorama de los problemas y los desafíos de la democracia y la reforma social en la región."
Las políticas sociales en perspectiva histórica. Argentina, 1870-1952 - Compiladores: Daniel Lvovich y Juan Suriano - ISBN: 987-574-100-0 - Número de pag: 230 -Precio: $37 - Editorial Prometeo libros y Universidad Nacional de General Sarmiento.
En los últimos años el escaso interés de los historiadores por estudiar las políticas sociales ha comenzado a revertirse. La crisis y el desmantelamiento del Estado social trajeron consigo la necesidad de comprender el entramado de ideas y prácticas que lo constituyeron y conocer mejor la propia construcción y desarrollo de ese Estado. Posiblemente sea esta situación la que alentó a algunos historiadores a volver la mirada sobre los problemas planteados por la cuestión social y las políticas sociales del pasado. Este libro se inscribe en el marco de estas nuevas preocupaciones, y la variedad de los trabajos compilados da cuenta de la multiplicación de las preguntas y la apertura de nuevas áreas a la investigación histórica. Este volumen es el resultado de la colaboración entre dos equipos de investigación: el Proyecto UBACYT "Trabajadores, cultura y política en Argentina, 1890-1945" de la FFyL de la UBA y el Proyecto de Investigación "La política social del peronismo clásico" de la Universidad Nacional de General Sarmiento. Ambos equipos organizaron en los últimos años diversas jornadas en las que se presentaron y debatieron distintos aportes a este campo de estudios, muchos de los cuales integran hoy este libro.

Problemas de política social en la Argentina contemporánea - Compilador: Luciano Andrenacci - ISBN: 987-574-074-8 - Número de pag: 338 - Precio: $ 45 - Editorial Prometeo libros y Universidad Nacional de General Sarmiento.

En este volumen se reúnen trabajos que abordan algunos de los problemas más importantes de la política social argentina contemporánea. Se los reúne con la sensación de que al cabo de casi veinte años de cambios y reformas, el resultado es poco menos que lamentable. La fragmentación socioeconómica y la desintegración social han llevado a una república otrora orgullosa de sus logros relativos al borde de su disolución como comunidad de intereses políticos, sociales y económicos. Para los que trabajamos en política social, las enseñanzas son tan claras como urgentes. La política social debe ser pensada en función de la integración social. Su transformación en expediente de contención de última instancia de los grupos socialmente destituidos; y el contrabando de sus objetivos de igualdad y solidaridad ciudadana por objetivos de alivio a la pobreza, no son compatibles con los imperativos políticos y sociales de un sistema democrático.

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