8 mar 2018

8 DE MARZO DE 2018 - DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER Y SUS MOTIVACIONES HISTORICAS


8M Día de la Mujer: antecedentes históricos del movimiento feminista en la Argentina

Hoy día 8 de marzo y como todos los años, son muchos los que se disponen a buscar en Google cuál es la mejor manera de felicitar a las mujeres de su vida: a sus madres, a sus hermanas, a sus mujeres y novias, a sus amigas y a sus compañeras de trabajo. Se buscan tarjetas de felicitación, imágenes que compartir a través de WhatsApp o frases, frases célebres, frases bonitas, frases de mujeres. Pero es importante tener en cuenta que una fecha como es el Día Internacional de la Mujer no es algo que se celebre, sino que es una lucha que se conmemora, por lo que es vital conocer el origen de este día.

Mucho se escribe sobre una presunta marcha de mujeres en Nueva York el 8 de marzo de 1857: en algunos lugares se menciona una manifestación llevada a cabo por costureras, en otros simplemente por mujeres que decidieron salir a la calle; en algunos comentarios y textos publicados, sin plena veracidad, se dice que se luchaba por la jornada de diez horas, en otras, por la igualdad salarial; en ciertos puntos se dice que hubo represión policial contra las mujeres, en otros que era una jornada primaveral, en los de más allá, un día de nieve. Sin embargo, no existen archivos oficiales ni documentos de la prensa que ratifiquen que tal día existió esa marcha.

En 'El mito de los orígenes, a propósito de la jornada internacional de las mujeres', publicado en la revista francesa 'La Revue d'En Face' en 1982, se explica cómo no existe ninguna mención a esta fecha entre las líderes del movimiento feminista socialista internacional que tomó la iniciativa de la creación del 8 de marzo. "La fecha no aparece hasta que se la comienza a ve en la prensa comunista francesa en la década de los cincuenta", señala. Pero entonces, ¿cuál es el origen del día 8 de marzo como jornada internacional de las mujeres?

Durante la segunda Conferencia Internacional Socialista de Mujeres, celebrada en agosto de 1910 en Copenhague, se adoptó la necesidad de organizar, cada año, una jornada por las mujeres. Fue una iniciativa de Clara Zetkin, comunista alemana que abandonó su país tras la prohibición del Partido Socialdemócrata. Desde Francia y Suiza escribió literatura de forma clandestina, y a su vuelta a suelo germano, fue la editora de 'Die Gleichleit' ('Igualdad'), un periódico de mujeres socialistas. Zetkin quiso replicar la iniciativa del colectivo femenino socialista estadounidense que a partir del año anterior 

(1909) decidió organizar, el último domingo de febrero, una jornada nacional por la igualdad de los derechos cívicos. En la capital danesa se eligió la acción, pero no la fecha. Fue la dirección del partido socialdemócrata alemán el que fijó el primer Día Internacional de las Mujeres el 19 de marzo de 1911, una fecha que no estaba escogida al azar: los socialistas germanos celebraban en estas fechas la revolución alemana de 1848 —la 'Revolución de Marzo'— y el inicio del conflicto que luego se conoció como la 'Comuna de París', y cada año 'Die Gleichleit' pedía a las mujeres que se unieran a las manifrstaciones. Este primer Día Internacional de la Mujer se celebró en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, donde más de un millón de personas se sumaron a las marchas. Las reivindicaciones eran las lógicas: el derecho al voto, el derecho a puestos en la Administración pública, el fin de la discriminación.

Primeros años, sin fecha fija...


Durante la Primera Guerra Mundial las marchas del Día Internacional de la Mujer se convirtieron en un mecanismo de protesta y en 1917 Rusia se convirtió en protagonista: la conocida como la 'Revolución de febrero' —que, en realidad, fue en marzo—, que arrancó con una manifestación del Día de la Mujer en Petrogrado (ahora San Petersburgo), acabó provocando la caída del Imperio zarista. Días después, el zar abdicaba y el 19 de marzo de 1917 Rusia aprobaba el sufragio femenino.

No es hasta 1975 cuando la Organización de Naciones Unidas oficializa, durante el Año Internacional de la Mujer, el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer. Ahora, acabar con la desigualdad es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que se fijaron desde la ONU en 2015 y que tendrían que alcanzarse en 2030: el punto número cinco tiene como objetivo "poner fin a todas las formas de discriminación contra las mujeres y niñas", ya que esto no solo es un "derecho humano básico" sino también "es crucial para acelerar el desarrollo sostenible".

El 8 de marzo de 2018 llega en un momento de especial desarrollo de la lucha feminista: ha sido un año en el que se ha registrado una importante oleada de denuncias de acoso sexual en la industria del cine —con movimientos como el  "#MeToo o el Time's Up"—; un año en el que el feminismo en el deporte se ha empezado a reivindicar, con selecciones nacionales masculinas luchando por la igualdad salarial para las selecciones femeninas; un año en el que muchas personas han descubierto el concepto de sororidad; y de un año en el que cada vez se ha extendido más la visión de que si la mujer se para, se para el mundo.




ADHESIÓN AL #8M PARO INTERNACIONAL DE MUJERES


Desde el Observatorio de Igualdad de Género de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, adherimos al movimiento feminista internacional que llama a parar el mundo, para que las mujeres nos pongamos de pie y la sociedad cambie.


Este 8 de Marzo es el Día Internacional de la Mujer trabajadora, como tantos otros desde hace más de un siglo1. El mismo de siempre, pero que se palpita más grande que nunca. Desde hace tres años, el grito #NiUnaMenos se hizo fuerte desde el sur del mundo, Argentina, y traspasó fronteras. El movimiento por la igualdad viene sumando fuerza, potencia, cuerpos y voces. El año pasado  surgió en el mundo del espectáculo hollywoodense el movimiento #MeToo para denunciar los acosos y abusos sexuales que sufren las mujeres en la industria del cine y la televisión.

Este es el segundo Paro Internacional de Mujeres y es cada vez más grande. Es una gran marea que viene arrastrando machismos atávicos y despertando conciencias. En nuestro país el debate por el feminismo llegó al medio de comunicación tradicional más masivo, la televisión, desbordó las redes sociales y tomó las calles. Todo suma y sigue siendo necesario. Algunos de los problemas que tenemos que abordar como sociedad y por los que nos interpela este 8 de marzo son los siguientes:

Violencia:

Las mujeres seguimos siendo asesinadas por quienes dicen amarnos.

El 35 por ciento de las mujeres de todo el mundo ha sufrido violencia física y/o sexual por parte de su compañero sentimental o violencia por parte de una persona distinta en algún momento de su vida2. En la Ciudad de Buenos Aires, durante el 2016, hubo 14 víctimas de femicidio. Y 13.844 casos de violencia atendidos por la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (OVD).

Las formas de violencia trascienden el espacio doméstico y adquieren diversas formas y modalidades, entre ellas acosos, abusos, violencia mediática, violaciones, femicidios y travesticidios.

Empleo:

En todo el mundo, las mujeres ganan menos que los hombres. En la mayoría de los países, sólo entre el 60 y el 75 por ciento del salario de los hombres.

En la Ciudad de Buenos Aires la brecha de ingresos laborales es del 19 por ciento.

La tasa de empleo es de 52,3 por ciento en las mujeres y 67,4 en los varones. Mientras que la tasa de desocupación es mayor en las mujeres 9,8 por ciento que en los varones 6,4 3.

Trabajo doméstico:

Las mujeres dedican entre 1 y 3 horas más que los hombres a las labores domésticas; entre 2 y 10 veces más de tiempo diario a la prestación de cuidados (a los hijos e hijas, personas mayores y enfermas), y entre 1 y 4 horas diarias menos a actividades de mercado. En la Ciudad de Buenos Aires la tasa de participación de la población en trabajo doméstico no remunerado es de 92,5 por ciento en las mujeres, contra un 65,8 en los varones. Mientras que el promedio del tiempo con simultaneidad, por participante, en trabajo doméstico no remunerado es de 3:27 horas en las mujeres y 1:57 en los varones.


La Educación Sexual Integral es una deuda pendiente en la Ciudad, cuyo dictado fue demandado incluso por estudiantes de las escuelas secundarias de la ciudad el año pasado.

Otro tema ineludible este 2018 es que el proyecto de ley de interrupción legal del embarazo de la Campaña Nacional sea tratado en el Congreso Nacional y se abra un debate serio sobre el tema. En nuestro país se realizan entre 370.000 y 520.000 abortos clandestinos por año. Por eso la consigna de la Campaña plantea hace tiempo “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”.

Compartimos las palabras de Phumzile Mlambo-Ngcuka, Secretaria General Adjunta de las Naciones Unidas y Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, que declaró que “el tema de este año se centra en la intensa vida de las mujeres activistas, cuya pasión y compromiso han permitido hacer realidad los derechos de las mujeres generación tras generación, y a las que debemos los cambios conseguidos. Celebramos un movimiento internacional sin precedentes a favor de los derechos, la igualdad, la seguridad y la justicia de las mujeres, reconociendo el trabajo incansable de las activistas que han sido fundamentales en este avance mundial de la igualdad de género”.

La Defensoría del Pueblo de la Ciudad tiene un fuerte compromiso con los derechos de las mujeres. Inauguramos 2018 con la decisión institucional de incorporar el Curso Igualdad de género y Prevención de las violencias como contenido obligatorio para la carrera del organismo. Y continuamos impulsando leyes; haciendo seguimiento de políticas públicas de 
género en la ciudad; realizando talleres en escuelas; asesorando, orientando y acompañando a mujeres, entre otras acciones.


Por todo esto, el Observatorio de Igualdad de Género, junto con la Defensoría del Pueblo de la Ciudad este 8 de marzo, adhiere al Paro Internacional de Mujeres.


1 La fecha fue elegida en 1910, durante un Congreso Internacional de Mujeres Socialistas, en el que Clara Zetkin propuso que se estableciera este día como el Día Internacional de la Mujer, en homenaje a aquellas que llevaron adelante las primeras acciones de mujeres trabajadoras organizadas contra la explotación capitalista.

2 Los datos globales toman como fuente a ONUMujeres.

3 Los datos de la Ciudad de Buenos Aires fueron extraídos del “Sistema de indicadores de género”, de la Dirección de 


Estadísticas y Censos, Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. http://www.estadisticaciudad.gob.ar/eyc/?page_id=74588




LAS 10 CLAVES DEL 8-M


De la brecha salarial a la violencia sexual: los datos que justifican una huelga histórica Este 8 de marzo tiene lugar en España la primera huelga de mujeres de su historia. A lo largo de todo el día se llama a la mitad de la población a participar en huelgas de 24 horas, paros de dos y manifestaciones por todo el país para reclamar la igualdad de derechos y el fin de todo tipo de discriminación por razón de sexo.

La convocatoria del acto, que ha sido respaldado en mayor o menor medida por los sindicatos, ha sido llevada a cabo por la Comisión 8-M a través de un manifiesto que aúna las principales reclamaciones. En El Confidencial hemos recogido las 10 principales afirmaciones del texto para contrastar con datos si, objetivamente, es cierto que España sigue teniendo un problema de igualdad.

1. "No aceptamos estar sometidas a peores condiciones laborales, ni cobrar menos que los hombres por el mismo trabajo". 

La brecha salarial es una realidad en España. Los datos no dejan lugar a dudas: los hombres cobran un 14,2% más que las mujeres. Esta cifra, última disponible, es del año 2016 y son datos brutos, esto es, no está ajustada por puesto de trabajo. Sin embargo, sirve para evidenciar la discriminación que existe todavía en el mercado laboral. Las mujeres cobran menos y tienen empleos peores, lo que contribuye a ampliar la brecha.

Pero la brecha salarial no es una cuestión de que los hombres ocupen los puestos de responsabilidad, sino que ocurre en empleos con similares atribuciones. En otras palabras, una mujer cobra menos en el mismo puesto de trabajo. Así lo refleja un estudio de Brindusa Anghel, José Ignacio Conde-Ruiz e Ignacio Marra de Artíñano, investigadores de Fedea, a partir de los datos brutos de Eurostat. La brecha salarial ajustada a empleos del mismo rango se situó en 2014 en el entorno del 12,7%. En esta desigualdad tienen que ver el tipo de jornada laboral, de contrato o los complementos salariales por nocturnidad o festivos.

Las mujeres ganan al año, de media, 6.000 euros menos que los hombres


2. "Huelga contra los techos de cristal y la precariedad laboral, porque los trabajos a los que logramos acceder están marcados por la temporalidad, la incertidumbre, los bajos salarios y las jornadas parciales no deseadas". 

La brecha salarial (distinto sueldo para el mismo puesto de trabajo) es solo una parte de la verdadera desigualdad en el mercado laboral entre hombres y mujeres. Los techos de cristal y la precariedad de la contratación afectan especialmente a las mujeres y los datos, una vez más, no dejan lugar a dudas. Eurostat elabora un indicador de brecha de ingresos que, además de la brecha salarial, tiene en cuenta las diferencias en la tasa de ocupación y el tipo de jornada (a tiempo parcial o completo).

El resultado es que la verdadera desigualdad entre hombres y mujeres es mucho mayor al 12,7% de la brecha salarial y alcanza el 35% en España, casi el triple (el dato es del año 2014, último disponible). Esta brecha de ingresos en el mercado laboral supone, además, un lastre para el crecimiento de los países. Eurofound realizó un estudio en el que analiza cuánto crecería cada país si consiguiese igualar la situación entre mujeres y hombres, tanto por el PIB añadido como por el ahorro en protección social que conseguiría el país y que podría destinar a otros sectores (o a bajar impuestos). En el caso de España, la igualdad en el mercado laboral aportaría algo más de 30.500 millones de euros, un 62% más que todo el déficit del Sistema de la Seguridad Social que tanto asusta estos días. En otras palabras, serviría para eliminar todo el déficit y todavía sobrarían 12.000 millones.

Además, según datos del INE, el 73,6% de los trabajos a tiempo parcial lo ocupan las mujeres. De quienes tienen una parcialidad no deseada, es decir, por no haber podido encontrar un trabajo a tiempo completo, el 71% son mujeres. También la temporalidad afecta más al sexo femenino: el 27,8% de las mujeres tiene contrato temporal, frente al 25,9% de los hombres.

3. "El trabajo doméstico y de cuidados que hacemos las mujeres es imprescindible para el sostenimiento de la vida"

El machismo en el hogar es indudable, y por eso el manifiesto contempla también la huelga de cuidados. El reparto de las tareas de la casa recae, en su gran mayoría, sobre las mujeres, y aunque se han producido importantes avances en la última década, la paridad todavía está muy lejos. Los datos de la 'Encuesta de empleo del tiempo' que elabora el INE muestran cómo reparten su tiempo los españoles (la última oleada se elaboró en los años 2009 y 2010). En concreto, las mujeres dedican dos horas y 13 minutos más que los hombres al cuidado del hogar y la familia, mientras que los hombres emplean una hora y 10 minutos más al trabajo remunerado. Esta es precisamente la causa que más influye en la brecha entre hombres y mujeres en el mercado laboral.

El 92% de las mujeres realiza cada día tareas destinadas al cuidado del hogar y la familia, mientras que en el caso de los hombres el porcentaje cae al 75%, casi 20 puntos menos. En algunos casos, la diferencia es mayor. Por ejemplo, el 80% de las mujeres realiza diariamente actividades culinarias, por un 46% de los hombres. Menos de la mitad de los hombres se mete en la cocina diariamente. En el caso del cuidado de la ropa (lavado, planchado, etc.), el 34% de las mujeres se encarga cada día, mientras que en el caso de los hombres, apenas un 4% lo hace de forma diaria.

Las mujeres también realizan un mayor esfuerzo en el cuidado de los niños, lo que supone uno de sus grandes frenos en el mercado laboral. Las mujeres destinan algo más de media hora diaria al cuidado de sus hijos, educación, etc., mientras que los hombres emplean un 44% menos de tiempo, unos 18 minutos.

La noticia positiva es que entre la última oleada (de 2009/2010) y la anterior (de 2002/2003) se ha producido un avance considerable hacia la igualdad en el reparto de las tareas del hogar. En este periodo, la brecha entre el tiempo que destinan las mujeres y los hombres se redujo un 24%, lo que significa un ajuste de 41 minutos diarios.

4. "Nosotras engrosamos las listas del paro. Muchos de los trabajos que realizamos no poseen garantías o no están regulados"

Desde que se tienen datos, nunca ha habido más hombres en paro que mujeres. A pesar de que ha habido épocas en que ambas tasas eran muy similares, desde 2013 la brecha en el desempleo se vuelto a abrir y la desigualdad vuelve a ser cada vez más clara. En el último trimestre de 2017, el 18% de las mujeres estaba en paro frente al 15% de hombres.

5. "La empresa privada, la pública, las instituciones y la política son reproductoras de la brecha de género".

Ni siquiera los políticos se aplican la Ley de Igualdad, tal y como contamos en El Confidencial, ya que el 64% de los ayuntamientos y el 59% de los gobiernos (incluido el de Mariano Rajoy) incumplen la proporción 60/40. Además, en el sector público, un estudio del sindicato CSI-F calcula que solo el 23% de los altos cargos está ocupado por mujeres, algo que explica por qué ellas cobran un 14% menos que sus compañeros funcionarios. En Alemania, esa cifra se rebaja hasta el 7%.

Excluyendo las administraciones públicas, los datos del INE recogen que, de media, en el resto de sectores los hombres cobran al menos un 13% más que las mujeres. La misma fuente, en su 'Encuesta de estructura salarial', permite ver que la mitad de las mujeres cobran un máximo de dos veces el sueldo mínimo interprofesional, contra el 35% de los hombres.
Para paliar problemas de este tipo, en Islandia las empresas de más de 25 empleados están obligadas por Ley a equiparar sueldos de hombres y mujeres.

6. "Denunciamos la violencia sexual como expresión paradigmática de la apropiación patriarcal de nuestro cuerpo, que afecta de modo aún más marcado a mujeres en situación de vulnerabilidad, como migradas y trabajadoras domésticas"

En España, hay cerca de un millar de violaciones cada año, según datos del Ministerio de Interior. Tres al día. Una cada ocho horas. Además, no es una cifra que se esté reduciendo con el tiempo. En 2016 hubo 931 víctimas de violaciones, frente a las 909 de 2015 y las 889 de 2014. Y hay que tener en cuenta que solo el 20% de las violaciones llega a denunciarse, y por tanto a constar en los datos.

De todas las violaciones, más del 98% son perpetradas por hombres, y efectivamente algunos colectivos como las trabajadoras domésticas son más vulnerables. Según un estudio del País Vasco, el 64% de las mujeres de este gremio aseguró haber sufrido acoso en el ámbito laboral. También la Organización Internacional del Trabajo confirma este hecho. 

“Aislada en una vivienda, la trabajadora doméstica se encuentra en una situación extremadamente vulnerable cuando está sola en la casa con un empleador que la acosa sexualmente, sobre todo si es migrante o vive en casa de este empleador”, explican en este informe.

7. "Exigimos que el Pacto de Estado contra las violencias machistas —por lo demás insuficiente— se dote de recursos y medios para el desarrollo de políticas reales y efectivas".

En septiembre de 2017, todos los partidos políticos menos Unidos Podemos y Bildu se pusieron de acuerdo en la aprobación del Pacto de la Violencia Machista. El pacto incluía hasta 26 medidas —entre las que se encuentran más y mejor protección a las víctimas, más educación en todas las etapas formativas y mejor formación de los agentes de seguridad—, además de una dotación de 200 millones para hacerlas efectivas. Sin embargo, la imposibilidad de aprobar los Presupuestos de 2018 ha prorrogado los de 2017, donde este pacto no estaba contemplado. Hace falta la aprobación de un decreto ley que aporte los recursos necesarios, que el Gobierno no ha puesto en marcha todavía.

8. "El embarazo o los cuidados no pueden ser objeto de despido ni de marginación laboral, ni deben menoscabar nuestras expectativas personales ni profesionales".

La legislación tanto nacional como internacional subraya la necesidad de garantizar la estabilidad laboral de las trabajadoras embarazadas ya desde comienzos del siglo XX. A nivel europeo, lo subraya la directiva de 1976 al respecto, y en España se estableció por primera vez en 1999 la nulidad del despido de la trabajadora embarazada.

La maternidad, el techo de cristal para las mujeres científicas


Sin embargo, la realidad es que las mujeres siguen enfrentándose al ‘mobbing maternal’ y, según datos del Instituto de Política Familiar, el 18% de las mujeres han recibido presiones por parte de la empresa al quedarse embarazadas y una de cada cuatro de entre 18 y 25 años recibió una carta de despido poco después alegando otras causas.
Los estudios académicos al respecto certifican que las mujeres con hijos dedican menos tiempo al trabajo remunerado que las mujeres sin hijos y los hombres. La maternidad sigue siendo un momento clave en la desigualdad entre hombres y mujeres, que marca, sobre todo, el desarrollo de la carrera profesional de ellas. Un reciente estudio sobre Dinamarca de Kleven, landais y Sogaard demuestra que los ingresos caen de manera radical a partir del nacimiento del primer hijo en un 19,4% más para las mujeres que para los hombres.

9. "Exigimos también las pensiones que nos hemos ganado. No más pensiones de miseria, que nos obligan a sufrir pobreza en la vejez".

El manifiesto defiende que los trabajos relacionados con los cuidados —de personas mayores, de niños, etc.— deberían considerarse como horas cotizables, tal y como reconoce el Convenio 189 de la OIT (que España todavía no ha adoptado, lo veremos en el siguiente punto). Las mujeres españolas, según datos de Naciones Unidas, dedican 2,5 horas más al día a tareas relacionadas con el hogar que los hombres.

La brecha salarial también afecta a las pensiones de las mujeres. 

Además de no reconocer esas tareas como un empleo, y como consecuencia directa de la desigualdad durante su vida laboral, solo el 24% de las pensionistas supera una percepción de más de 1.000 euros al mes. Entre los pensionistas hombres, en cambio, el 49% supera esa cifra, según los datos de la Seguridad Social para el mes de febrero.

El dato se explica también con la llegada muy tardía de la mujer al mercado de trabajo. Según datos de la OCDE, el aumento en la participación laboral femenina en España en los últimos 15 años ha sido el mayor de la UE. Si se compara con países como Estados Unidos, baste con mencionar que en 1985 el 35% de las mujeres españolas buscaba activamente un trabajo cuando en aquel país ya lo hacía el 64%. Las repercusiones sobre las pensiones que se perciben hoy son directas.

10. "Luchamos por la ratificación del Convenio 189 de la OIT que regula el trabajo doméstico"El 'Convenio sobre las trabajadoras y los trabajadores domésticos' (Convenio 189) es un documento de la Organización Internacional del Trabajo que define y establece normas para regular el trabajo doméstico. 

Aprobado en 2011 y aplicable a nivel nacional desde 2013, 20 países a nivel mundial ya han adoptado el texto, Alemania, Brasil o Italia entre ellos. En junio de 2017, Unidos Podemos llevó a la comisión de Empleo del Senado el debate sobre la adopción de esa normativa. Su aprobación fue rechazada con 11 votos a favor y 15 en contra.
Es un texto clave para equiparar el trabajo de empleados y empleadas en tareas del hogar al de cualquier otro colectivo de trabajadores. A día de hoy, las trabajadoras domésticas no tienen derecho a paro en España y despedirlas es más fácil que a cualquier otro trabajador gracias al 'despido por desestimiento', con el que el empleador no tiene que dar ninguna causa para prescindir de una trabajadora, y a que los días por año trabajado se reducen a 12 y no a 20 como el resto. 

Este tipo de trabajo es eminentemente femenino: el 89% son mujeres, de las cuales un 46,7% son extranjeras.


* Este artículo incluye una firma genérica (LURDES...) porque corresponde a una periodista que hoy hace huelga. GRACIAS A CAMILA GARCIA.