24 sept 2010

HELLER Y UN PROYECTO DE LEY DE SERVICIOS FINANCIEROS

Carlos Heller, Diputado Nacional por el bloque Nuevo encuentro, presentó ante más de 500 personas su proyecto de Ley de servicios Financieros en la Cámara de Comercio de Lomas de Zamora el pasado jueves 16 de septiembre. NOS RESULTA INTERESANTE RESEÑAR ALGUNOS ASPECTOS DE ESTA INFORMACIÓN ENVIADA POR LOS ORGANIZADORES DEL ACTO. LA MISMA DICE: Decenas de organizaciones sociales y políticas de la región y vecinos de la comunidad se hicieron presentes en la actividad organizada por la mesa de Nuevo Encuentro local integrada por los partidos Encuentro por la Democracia y la Equidad, el Partido Comunista y el Partido Solidario.

En su disertación, Heller realizó un recorrido por algunos hitos de la historia económica de nuestro país y en un claro análisis y posicionamiento político recalcó la importancia de que esta ley sea votada en el Congreso Nacional ya que "es una ley pensada para los usuarios de los bancos y no para los bancos", destacó.

La ley presentada por el Bloque Nuevo Encuentro Popular y Solidario, liderado por el Diputado Martín Sabbatella, propone un cambio en el enfoque desde donde se aborda la problemática financiera, dado que define a esta actividad como "un servicio público" que debe satisfacer "las necesidades de desarrollo de las comunidades por sobre los intereses de quienes lo prestan".
En este sentido, el proyecto de Heller se destaca por fomentar la actividad financiera en las localidades de menor desarrollo, impulsar el financiamiento productivo de las Pymes, facilitar el crédito para viviendas y permitir al Poder Ejecutivo la facultad de autorización para el funcionamiento de nuevas entidades de capital extranjero .

El público estuvo muy atento a los detalles que brindó el diputado sobre la necesidad y el beneficio de la ley para los ciudadanos y alentaron la idea de la democratización de la actividad financiera.

En el cierre de la jornada, los integrantes de la mesa de Nuevo Encuentro de Lomas de Zamora convocaron a todos los presentes a participar el jueves 30 de este mes de la reunión preparatoria del "Diagnostico Participativo" que realizarán en el Instituto Lomas en el marco de una serie de actividades destinadas a interpelar a la comunidad sobre las diferentes problemáticas locales y construir entre todos el camino hacia las soluciones de las mismas.

19 sept 2010

LA PRESIDENTE Y LO QUE SE DICE DE ELLA – EN AGORA 21

Esto es lo que hay... DICEN ALGUNOS AMIGOS. Especialmente quién nos envió el siguiente texto cuya autoría asume el filosofo Rozitchner. Ya antes habíamos subido el texto del periodista cordobés Juan Montes y "nobleza obliga" para los que piensan de esta forma va esta otra mirada casi sobre un mismo tema. Personalmente pensamos de otra forma, pero dentro del sistema de la democracia, todas los puntos de vista deben ser tenidos en cuento hasta... hasta que finalmente prevalezca alguno ¿Es así? Recordamos también que hay que ser muy prudentes con esto. No es la primera vez que alguien descubre que por desear lo bueno sólo se está abriendo las puertas a lo contrario. Por lo tanto, leemos esto, pero también deseamos que sobre todas las cosas y cada día prevalezca el buen juicio... o el sentido común, el menos común de los sentidos.

Nuestro Alejandro Rozitchner, filósofo, lo plantea de esta forma:

"La lideresa exasperante (Un acto verbal de justicia)"


Lo propio de un liderazgo político democrático es sostener las acciones propias con un amor de fondo, ejercer sobre la ciudadanía una especie de peso cuestionado pero benigno, que permita el ejercicio del poder en una elemental tendencia constructiva. Digamos que el líder generalmente se hace querer, si no por todos, al menos por muchos. ¿Cómo llega una sociedad a tener un líder y una lideresa que optan por la estrategia contraria, que buscan imponerse y hacerse odiar, someternos, avasallarnos con una realidad inventada que se hunde más rápidamente que Venecia y no precisamente en aguas minerales?

Cristina se hace detestar. Tendrá algún partidario sincero, algún confundido, pero no debe tener admiradores, ni seguidores. El de los K es un mundo sin admiradores, es un espacio de súbditos. Y cómplices: o súbditos que dejan de serlo por un rato, se elevan y después vuelven a caer en la posición de entrega y renuncia. El mecanismo victimizador que usan políticamente es el mismo que debe operar como clave en sus situaciones personales. Es un mundo tenso, sin disfrute, sin amor, y no conviene imaginar mucho los detalles de una vida en ese estilo. Se imponen, logran meterse en la cosa, pero no impulsan su viaje con ningún combustible afectuoso ni positivo: destilan agresividad, ofensa, intolerancia. Vienen de un mundo viejo y se van quedando sin sustento, cada vez más lejos del piso, elevándose a una altura de inmolación e iluminaciones dementes. Llama especialmente la atención, en estos días posteriores a las elecciones, la actitud de la Presidenta , su inalterable convicción garquista, su pasión por exasperar a todos, su intento de imponerse malamente, a como dé lugar, justificada por... por... ¿por qué? ¿Qué ideología o marco de sentido le permite a tal mujer seguir impertérrita cuando la realidad muta, negar el movimiento, suplantarlo por sus emperradas imaginaciones? ¿Qué la lleva a uplantarnos, a los reales, por sus imaginarios?

Es una presidenta sin amor, sin ganas de ayudar, sin humildad, que no cree ue tenga ya nada que aprender, encerrada en su mundo de modas y cremas, de elineadores y maquillajes, más dispuesta al enojo que a cualquier otra osa, que siente siempre que la quieren joder y termina jodiendo ella. Mujer pretenciosa que quiere ser la más inteligente sin tener con qué, sin motividad que la guíe en la construcción de una visión del mundo, mujer chata de mundo chato, acorralada por su espíritu empobrecido y empobrecedor.

Apasionada por la negación y la negatividad, desesperada por quedar bien ante una exigencia desmedida, tan grande que no le permite autenticidad alguna, ni verdadero crecimiento.
Señora de nadie, para nadie, señora sola, que no inspira la piedad que odría, a fuerza de desplantes y caritas necias. Repetidora del Néstor, presidenta de todas las falsedades, mujer de hachas tomar. Sorda a todo llamado, muda de sentimientos y cercanías, ciega a toda verdad. Universitaria de esterilidades, con universidad atragantada, doctora de una cátedra irrespirable de resentimiento y obsesionada por una competencia sin competitividad, dueña de una arrogancia sin frutos, de pensamientos sin asideros, de displicentes mohines sin gracia, autoritaria crecida en el mundo del Proceso al que reproduce aunque intente y diga que lo combate, porque lo lleva adentro, porque lo mamó de joven, porque milita en su sensibilidad por más que diga oponérsele. ¿Será por eso que los K hablan tanto de ese tiempo ido, porque ellos viven todavía imaginariamente en ese contexto, que los traumatizó al punto de impedirles todo desarrollo de una visión superadora? Mina jodida que prefiere la hecatombe a dar el brazo a torcer, que prefiere hundirse y hundir a todos antes de tratar de salvar algo. Imposible llevar una pareja con esa actitud arrogante, menos un país. ¿Cómo, no está casada? No, está sola de toda soledad, asociada a otro atragantado que escupe desprecio y no tiene donde ir a rascarse. Gente sin amigos, de intimidad sospechosa y amenazante, peligrosos, temidos pero no queridos, incapaces de matices y de inteligencias. Mienten, mienten y mienten. ¿En defensa de una
verdad fanática o como ocultamiento de negocios indebidos? Probablemente ambas cosas a la vez. Sonrisas que no ríen, sonrisas que gastan, que nos gastan a nosotros, que ya no las queremos ver más, que aspiramos a otros tratos, que nos hemos convencido de que merecemos otra consideración, otro respeto, otra realidad.

Pelo sobre la cara, cejas y ojos subrayados, vendiendo mujer donde hay desierto, sequedad, páramo. Mujer sin calidez ni comprensión, mujer fanática, mujer todo que termina siendo mujer nada. Mujer yo yo yo yo que tiene que pasar por mucho él él él él y aun más por muchos vos vos vos vos, Néstor, pero incapaz de un nosotros abarcativo, incapaz de ir más allá de un ambiente de venganzas y cuentas a cobrar. Mujer de relinchos y de mañas, inestable, furiosa apenas contenida, mal disimulada, agazapada y dispuesta al salto. Mujer de frases que enrollan y no saben para donde ir, porque en ellas se mezcla la bronca con la mentira, con el miedo, con el vacío, la chicana política con el desinterés absoluto por los otros, discursos de soledades, patagónicos, agónicos, cancheros, sobradores, palabras esquivas, altisonantes, sin densidad ni consistencia. ¿Cómo guardarle el respeto que ella no nos tiene, tendríamos nosotros que ejercerlo aun? ¿Hasta cuando? Es duro decirlo, pero suponerle humanidad es
un gesto de grandeza que no merecen, una conjetura riesgosa. Además, vale más la pena tener claras estas cosas, porque en el intento de los K de llevarse puesto al país, y con él a nosotros, mejor sería que tuviéramos la astucia de impedirlo.

© Alejandro Rozitchner


NOTA: A PESAR DE NUESTRA ADMIRACIÓN POR LA SOCRÁTICA PROFESIÓN, ALGO EN ESTE TEXTO, NOS PARECE PLAGADO DE ODIOS SIN SENTIDO. NO HAY ANÁLISIS, SOLO DIATRIBAS. LA BORGIANA INJURIA, SI FALTAR EL RESPETO, IMPLICA "OTRAS UÑAS DE GUITARRERO". LO DECIMOS, DE VERDAD, SIN TOMAR PARTIDO POR NINGUNA PARTE, SOLO DECLARÁNDONOS FERVIENTES PARTIDARIOS DEL USO SENSATO DE "LA PALABRA" Y DE SU PODER LIBERADOR.


7 sept 2010

MONTEVERDE, SENEN GONZÁLEZ, PETCOFF - EN AGORA 21


En la foto, muy reciente, está Petcoff junto a Senén González.






***





La conocida periodista retrató en esta nota un momento de la historia del periodismo argentino reciente y las imágenes de dos "grandes" cuyas historias nos parecen irrepetibles. Un texto para disfrutar junto a todos aquellos que hacen de la memoria un culto.


Buen humor,

en los peores momentos


GRACIELA PETCOFF: Los primeros años de recuperación de la democracia fueron difíciles en Télam. De pronto se despertaron las reivindicaciones gremiales y los reclamos de todo tipo, que no hicieron fácil la gestión de Mario Monteverde en la presidencia y Santiago Senén González en la dirección periodística de la agencia Télam. Mario era frontal, directo, volcánico, decía sus verdades sin vueltas. Santiago en cambio tenía y tiene una habilidad extraordinaria para decir su verdad con una sonrisa, como quien no quiere la cosa podía dejar descolocado a su interlocutor, sin inmutarse. Ambos hicieron una dupla increíble que logró timonear una redacción en tiempos difíciles; ambos dejaron su impronta. Mario hacía de malo, Santiago de bueno. No es que se hayan combinado para esos roles, los dos se encontraron, naturalmente, se complementaron y eran dos experimentados lobos de mar en la tempestad. Mario enardecía, Santiago suavizaba. Como aquel día que un empleado de Télam se sentó en la redacción, diciendo que se había descompensado porque Mario le había gritado. Enseguida se convocó una asamblea para declarar a Mario persona ingrata o algo por el estilo. Santiago habló con los delegados, en una discreta gestión, y desarmó todo el lío. Y que decir de las reuniones con los delegados para pedir aumentos de sueldo u otras reivindicaciones. A veces subían de tono, o se terminaban arreglando en un bar, nunca se rompió el vínculo, pero Santiago tuvo mucho que ver en tender puentes, acercar, suavizar.

Pero que pasamos momentos duros, si, unos cuantos. Por ejemplo, en los trece paros de la CGT que decretó Ubaldini durante el gobierno de Alfonsín. La mayoría de esos paros se hicieron con la presencia de la gente en su lugar de trabajo, sin trabajar por supuesto. Entonces Mario, Santiago y yo nos hacíamos cargo del trabajo de redacción. Mario ponía la radio, que era nuestra fuente informativa. "Santiago tomá la cotización de la Bolsa…" y ahí iba Santiago, birome en mano, anotando números. Y así entre los tres hacíamos el servicio de noticias, bajo la mirada de más de treinta periodistas, que estaban de paro. Pero también hubo alzamientos militares, y fueron días y noches seguidas en guardia. Santiago nunca estaba cansado o de mal humor. Mario había dispuesto móviles con periodistas y fotógrafos en las bases que se habían alzado, en vísperas de Semana Santa. Una noche estaba tan cansada y Santiago se acercó con un pocillo de café y me dijo, tomá un tecito. "Santiago, no estamos para un té a esta hora", le dije. "Vos tómalo" me respondió y se fue. Después advertí que era una medida de whisky, que nos vino muy bien para soportar noches de nervios interminables.

Con los años valorizo cada vez más el trabajo tesonero que hicieron estos dos grandes del periodismo, Mario Monteverde y Santiago Senén Gonzalez. Recién ahora, con el paso de los años, tomo la dimensión de la pelea que dieron en defensa de la democracia. Santiago fue director periodístico de la agencia Télam, pero lo he visto infinidad de veces tomando nota a los periodistas que transmitían desde los móviles. Como esas largas noches frente a Campo de Mayo: en el lugar de los hechos estaba otro recordado periodista, que ya falleció, Enrique "Quique" Torres, quién desde la puerta del cuartel llamaba o lo llamábamos para saber que hacían los militares sublevados. Una de esas noche Quique nos tenía en vilo con la posibilidad que salgan a hablar a la puerta, hasta que Santiago les dijo: "Che….salen o no salen, deciles que la sigan mañana, estamos todos muy cansados…." Entre los levantamientos y los conflictos gremiales Santiago mantenía una calma extraordinaria. Fue una pieza clave en Télam. "Vengan muchachos, lo arreglamos con un whisky…" decía en voz baja a los delegados y cuando volvía había arreglado el lío. Mario le admiraba ese don y me lo hizo saber muchas veces. "No se que tiene Santiago, cae bien y los convence". Otra de las particularidades de Santiago es que sabía y sabe no hacerse entender, adrede, frente a alguien que incomoda. En tono respetuoso, larga alguna frase que deja atónitos a más de uno, que queda como pedaleando en el aire y preguntando: "¿ que dijo? ¿qué me quiso decir? Y yo, que ya lo conozco, no se como salir del brete. Después, en voz baja, me dice lo que piensa y se ríe como un chico. En realidad Santiago es un niño rebelde, que sabe como provocar, sobre todo en las discusiones políticas. Dice sus verdades y no hay quien lo pare. También elige cuando enojarse y lo hace tan bien. Todos quedan callados cuando levanta la voz, y no hay quien tenga su memoria para recordar anécdotas de viejos tiempos del periodismo argentino. Es un libro abierto, una historiador en mayúsculas, que vale la pena tenerlo cerca. Sus vivencias son tan valiosas, pero no solo esto: sabe contarlas, con detalles que solo a él no se le escaparon. No solo recuerda las fechas exactas sino todas las circunstancias. Hay mucho para escribir sobre Santiago, pero lo más importante es que lo tengamos de amigo, disfrutemos de su sabiduría, su don de gente, su espíritu jovial, su alegría de vivir, su compromiso con la verdad y con las causas justas.

© Graciela Petcoff - Julio, 2010