"Hay, de hecho, dos cosas, ciencia y opinión; la primera engendra conocimiento, la segunda ignorancia". Hipócrates.
Seguramente no has reparado en ello -nos dice María Dubón Permalink, pero tú, pobre ignorante, dada tu penuria terminológica y conceptual, te has convertido en blanco fácil de charlatanes disfrazados de científicos.
Ellos, con la ayuda de hábiles triquiñuelas y el auxilio de técnicas depuradas, medias verdades y mentiras maquilladas, te la cuelan con reiteración y alevosía. Tal es el desprecio con que nos trata esa casta superior a los que no somos, ni queremos ser, de su calaña.
Tamaño arsenal de astucias han dado lugar a un corpus que, concienzudamente recopilado por el profesor de Stanford Rober Proctor dan origen a la Agnotología, disciplina que investiga y denuncia cómo se tergiversan las informaciones científicas con fines espurios.
(María Dubón Permalink (Zaragoza -España-). Pergeñadora de novelas, poemas, relatos, cuentos eróticos, ensayos y artículos. Se le puede escribir a: correoblogs@gmail.com ).
¿DE QUÉ SE TRATA ESTE CONCEPTO?
Agnotología es el nombre que Robert Proctor (profesor estadounidense de Historia de la ciencia en la Universidad de Stanford) ha dado al estudio de las causas de la ignorancia.
Robert Proctor investiga cómo la ignorancia se genera activamente en la sociedad a través de fuentes como el secretismo militar o judicial y por medio de políticas deliberadas. La manufactura de la ignorancia es muy común, como en el caso del calentamiento global o la teoría de la evolución, que siguen poniendose en duda en algunos grupos sociales, como si no se tratara de verdades científicas. El autor afirma que éste tipo de tecnología de la desinformación surge, en principio, de los expertos en comunicación y mensajes de la industria tabacalera.