Gripe A: así estamos....
Algunas veces necesitamos una mirada humorística sobre la realidad. En especial cuando, a través del ridículo, logramos una imagen de nosotros mismos más autentica de lo que imaginamos. Y de las situaciones “locas” que a veces nos rodean. Este texto de autor anónimo, que circula por Internet, dibuja los días vividos y quizás por vivir respecto al paso de la epidemia virósica por nuestros pagos. (Cualquier semejanza con la ficción, decimos nosotros, es pura realidad).
Con esto de la Gripe A –dice el autor de estas líneas- hay que informarse bien y es bueno tener en claro las cosas para no volverse locos. Por suerte, en mi casa no hemos llegado a ese extremo y “solamente” hemos tomado medidas preventivas: Le cuento que en nuestro caso echamos desinfectante en aerosol en todo, en los picaportes –dice-, las mesas, sillas, inodoros y en el teclado de la PC (ya rompimos 3); ...nos lavamos con alcohol en gel cada vez que entramos a casa (tenemos las manos húmedas y pegoteadas todo el tiempo); ...por las dudas como alguien nos recomendó, también “nos lavamos” con alcohol por dentro (hace quince días que andamos totalmente borrachos); ...no nos sacamos el barbijo por nada del mundo (salvo para tomar el alcohol); ... no nos juntamos con nadie (ni entre nosotros) y no le damos la mano ni besamos a nadie (eso, en algunos casos suele estar bueno); ...ventilamos la casa todo el tiempo (casi nos morimos de frío, pero con lo que bebimos ni nos damos cuenta); ...despedimos a la mucama (desde lejos y sin tocarla), no atendemos a vendedores ambulantes ni vamos al súper, ni al cine, ni a trabajar, ni a nada.
Lástima que –prosigue este improvisado cronista-, la casa se nos llenó de mosquitos y otros insectos y como hay que prevenir el dengue nos estamos untando con repelente, rociamos todo con insecticida azul, naranja, verde y de otros colores... también compramos trajes de apicultores (para que los mosquitos no puedan llegarnos a la piel) y seguimos bebiendo lo que nos queda en la bodeguita (a esta altura no sé si eso previene el dengue, pero es divertido).
Por otra parte, ahora que lo pienso, con estas medidas logramos evitar los robos, ya que si alguien entra a casa seguramente muere envenenado o del susto al vernos con esos trajes blancos, con capuchas y barbijos.
Si... no se lo tomen a broma. Les cuento esto porque nosotros no hemos caído en la locura general, sino la estaríamos pasando muy mal. (Saludos desde el sótano).
(ENVIO DE NUESTRA LECTORA CAMILA DE CABALLITO)
Algunas veces necesitamos una mirada humorística sobre la realidad. En especial cuando, a través del ridículo, logramos una imagen de nosotros mismos más autentica de lo que imaginamos. Y de las situaciones “locas” que a veces nos rodean. Este texto de autor anónimo, que circula por Internet, dibuja los días vividos y quizás por vivir respecto al paso de la epidemia virósica por nuestros pagos. (Cualquier semejanza con la ficción, decimos nosotros, es pura realidad).
Con esto de la Gripe A –dice el autor de estas líneas- hay que informarse bien y es bueno tener en claro las cosas para no volverse locos. Por suerte, en mi casa no hemos llegado a ese extremo y “solamente” hemos tomado medidas preventivas: Le cuento que en nuestro caso echamos desinfectante en aerosol en todo, en los picaportes –dice-, las mesas, sillas, inodoros y en el teclado de la PC (ya rompimos 3); ...nos lavamos con alcohol en gel cada vez que entramos a casa (tenemos las manos húmedas y pegoteadas todo el tiempo); ...por las dudas como alguien nos recomendó, también “nos lavamos” con alcohol por dentro (hace quince días que andamos totalmente borrachos); ...no nos sacamos el barbijo por nada del mundo (salvo para tomar el alcohol); ... no nos juntamos con nadie (ni entre nosotros) y no le damos la mano ni besamos a nadie (eso, en algunos casos suele estar bueno); ...ventilamos la casa todo el tiempo (casi nos morimos de frío, pero con lo que bebimos ni nos damos cuenta); ...despedimos a la mucama (desde lejos y sin tocarla), no atendemos a vendedores ambulantes ni vamos al súper, ni al cine, ni a trabajar, ni a nada.
Lástima que –prosigue este improvisado cronista-, la casa se nos llenó de mosquitos y otros insectos y como hay que prevenir el dengue nos estamos untando con repelente, rociamos todo con insecticida azul, naranja, verde y de otros colores... también compramos trajes de apicultores (para que los mosquitos no puedan llegarnos a la piel) y seguimos bebiendo lo que nos queda en la bodeguita (a esta altura no sé si eso previene el dengue, pero es divertido).
Por otra parte, ahora que lo pienso, con estas medidas logramos evitar los robos, ya que si alguien entra a casa seguramente muere envenenado o del susto al vernos con esos trajes blancos, con capuchas y barbijos.
Si... no se lo tomen a broma. Les cuento esto porque nosotros no hemos caído en la locura general, sino la estaríamos pasando muy mal. (Saludos desde el sótano).
(ENVIO DE NUESTRA LECTORA CAMILA DE CABALLITO)
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OTRA LECTORA (MONICUR) NOS PASABA EL SIGUIENTE AVISO SOBRE DONACIÓN DE LIBROS:
“Les cuento que hoy estuve con el pediatra de la Casa Cuna que esta juntando libros para armar bibliotecas en escuelas del interior, además organiza barrileteadas y cruces a la cordillera con chicos discapacitados y en el futuro lo hará con chicos trasplantados. Como agradecimiento por los libros que llevamos, fuimos con él a recorrer el hospital y nos contó la historia (la conocíamos por arriba) desde la creación del lugar. Realmente quedamos asombrados del hospital, ya que la remodelación tiene aproximadamente 5 años.
Les paso la pagina donde pueden tener mas datos y el CV de este médico encargado del proyecto y las tareas: www.historiasenelaire.com.ar. Si tienen libros de texto o de cuentos, películas, etc, se ponen directamente en contacto con el. Gracias”