Los vocablos revelan operaciones ideológicas que precisan ser descifradas
LAS PALABRAS Y LAS COSAS
Por Emir Sader.
Las palabras, hechas para designar las cosas, pueden perfectamente esconderlas. Si no fuese así, el enunciado de algo develaría su significado. Pero quien trabaja con palabras sabe de las trampas que pueden contener. Las palabras pueden prestarse a manipulaciones ideológicas. Vamos a abordar un caso muy significativo y difundido en los discursos contemporáneos, reproducidos usualmente por los medios de comunicación.
Un periodista holandés analiza la utilización de algunas palabras para referirse al conflicto entre Palestina e Israel, y cómo ellas revelan operaciones ideológicas que precisan ser descifradas. Joris Luyendijk usa ejemplos de la cobertura de ese conflicto para demostrar como la forma por la cual se denominan las cosas imprime inmediatamente un carácter a las noticias y al sentido mismo del conflicto.
¿Debemos usar "Israel", "entidad sionista", "Palestina ocupada? ¿"Intifada", "Holocausto", "lucha de Independencia?" ¿Los territorios son "cuestionados", u "ocupados?" ¿Deben ser "cedidos", o "devueltos"? ¿Se trata de una "concesión", si Israel llega a cumplir las resoluciones de los tratados internacionales que definen los territorios como ocupados, y por lo mismo, de obligatoria devolución?
No hay palabra neutra, dice Luyendijk. Y nos invita a un ejercicio de múltiple elección, frente a la noticia de una agencia internacional.
"Hoy en Judea y Samaria / en los territorios palestinos / en los territorios ocupados / en los territorios en disputa / en los territorios liberados, tres palestinos / inocentes / terroristas musulmanes fueron eliminados preventivamente / brutalmente asesinados / muertos por el enemigo sionista / por las tropas de ocupación israelíes / por las fuerzas de defensa israelíes".
Reescribe según te parezca que debe ser dada la noticia, y yo te diré quien eres, qué visión tienes del conflicto, de las fuerzas que se enfrentan, y al mismo tiempo, de las agencias de noticias y de la prensa que reproduce sus versiones.
Y Joris se pregunta: ¿por qué un judío que reivindica la tierra que le fue dada por Dios es un "ultranacionalista", en tanto que un musulmán que piensa de la misma forma es un "fundamentalista"? ¿Por qué un gobernante árabe que opta por una política diferente de la de los occidentales es un "antioccidental", pero un gobernante occidental que opta por una política diferente de la de los orientales no es llamado "antioriental?" ¿Alguien vio que a un líder político estadounidense lo llamaran "radicalmente antiárabe?"
Un dirigente israelí, partidario del diálogo, es llamado "paloma". En tanto un palestino que sostiene la misma posición es llamado "moderado", para dar una idea de que la violencia se instaló en el corazón de cada palestino, con algunos, entre ellos, que han conseguido "moderar" esa naturaleza profunda. Mientras Hamas "odia" a Israel, ningún partido o líder israelí jamás "odia" a los palestinos, aún cuando pregonen su expulsión. En este caso, ¿se trata de una "limpieza étnica?" ¿O de un "desplazamiento involuntario?" ¿O simplemente de "una transferencia?"
Los grandes medios de comunicación occidental no usan la palabra "ocupación" para designar los territorios bajo control militar de Israel. Piden a la Autoridad Palestina que modere la resistencia, buscando así "demostrar que no hace lo bastante contra la violencia". Sin embargo, no se explica a los occidentales el terror, la opresión, la humillación que se esconde tras la palabra "ocupación". Los muertos israelíes – tres veces menos que los palestinos – tienen nombre, apellido, cara, familia, empleos, amigos, barrio y casa en la que viven, mientras que los palestinos desaparecen bajo la expresión "terrorista palestino" y otras similares.
Fidel Castro es invariablemente "dictador", no siendo llamado así el presidente egipcio Moubarak o el presidente paquistaní Mousharaf o los dirigentes de los países árabes aliados de occidente. Tampoco los dictadores brasileños Castelo Branco, Costa e Silva, Médici, Geisel e Figueiredo, todos "ex-presidentes brasileños", según la prensa local.
Los canales de noticias acostumbran a caracterizar su trabajo con lemas como: "Nosotros informamos, usted decide". No obstante, queda claro que el tipo de información –las palabras usadas para designar quién es quién en cada conflicto y cuál es la naturaleza del mismo—, condiciona fuertemente, si es que no las contiene ya de todo punto, las respuestas a las preguntas aparentemente planteadas.
(*) Nota traducida por Carlos Abel Suárez para www.sinpermiso.info y reproducida por www.visionesalternativas.com
"Propongo un Ágora (un espacio inventado por los antiguos griegos),quizas como una mesa de cafe, para comentar temas y noticias. Apuntes personales para aquellos que generosamente visitan este blog".
30 mar 2007
27 mar 2007
AMBIENTE Y CONTAMINACION (UNO)
La Cuenca del Plata es una de las diez más contaminadas del mundo
La Cuenca del Plata se encuentran entre las diez cuencas hidrográficas más amenazadas del mundo, según un informe del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) dado a conocer en Ginebra el 19 marzo pasado.
A nuestra cuenca se unen Cinco ríos de Asia, el Yangtzé, Mékong, Saloen, Ganges e Indus, de los que dependen más de 870 millones de personas, se cuentan también entre los que están en máximo riesgo, de acuerdo al mismo reporte. Además, el estudio considera la confluencia del río Nilo con el lago Victoria en Africa, así como el Murray-Darling en Oceanía y el río Danubio en Europa en serio peligro.
"Mala planificación y protección inadecuada de zonas naturales no nos permiten estar seguros de que el agua de los ríos seguirá fluyendo", advierte el informe de WWF, publicado en ocasión del Día Mundial del Agua, el 22 de marzo pasado.
Si no se toman medidas, "existirán cada vez más problemas para acceder al agua", aseguró Jamie Pittock en reunión de prensa, director del Programa Global del organismo para el agua dulce.
La Cuenca del río de la Plata, además del Danubio y el Saloen (un río que se inicia en el Tíbet y desemboca en el mar birmano), se hallan amenazados debido a las represas y los proyectos de infraestructura para la navegación acuática, que representan el mayor peligro para los recursos de agua dulce. WWF ha sugerido el empleo del transporte en tren en lugar del desarrollo de la navegación, como un posible paliativo.
Según el reporte, el empleo excesivo de agua para la agricultura y el consumo humano, "amenaza con secar completamente el río Grande (conocido como río Bravo en México) y el Ganges".
El Indus está en peligro por las extracciones excesivas de agua y por el calentamiento climático, debido a su dependencia de las aguas provenientes de los glaciares del Himalaya.
En Africa, el incremento de las temperaturas representa "potenciales efectos devastadores para la pesca e incluso la paz, en la árida región del Nilo y el lago Victoria", agrega el informe.
El Mékong es víctima de la sobrepesca y el Yangtzé se halla asfixiado debido a la polución generada por las industrias.
El consumo de agua dulce ha aumentado el doble que la población, lo que significará en 2025 que más de un 60% de las personas en las regiones más afectadas tendrán dificultades para acceder al vital elemento, según un estudio del Instituto de Estocolmo para el Medio Ambiente.
La Cuenca del Plata es, ambientalmente hablando, la más importante de la Republica Argentina y la segunda en importancia del continente. Recoge las aguas que bajan de la Puna, del Sistema Sub-andino, de las Sierras Pampeanas y de los ríos que recorren las llanuras Pampeana y Chaqueña y de la Mesopotámica. Por sus dimensiones y posibilidades económicas, la Cuenca del Plata es de las potencialmente más ricas del planeta; su variedad morfológica y climática ha generado en ella recursos hídricos diferenciados, entre los que descuellan por su magnitud los ríos Paraná (con su tributario el Paraguay) y el Uruguay cuyos cursos culminan en e río de la Plata, originado por la confluencia de ambos. Los países que gozan del condominio de sus recursos hídricos superficiales son la Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay, cada uno de los cuales se sustenta en los distintos intereses que provoca la utilización del agua.
En ciertos sectores de la cuenca predomina su empleo como vía de navegación (Argentina y Paraguay) y en otros, por el contrario, el principal destino es la generación de hidroenergía (Brasil y Bolivia) alternativa a la que nuestro país se abre ahora con los aprovechamientos de Salto Grande y otros en ejecución. Para la Argentina la cuenca representa un recurso estratégico en sí mismo, ya que no solo engloba su mayor riqueza fluvial y pluvial sino que, además, en ella se concentra aproximadamente el 70 por ciento de su población, radicada en el 37 por cierto en la superficie del territorio nacional (918.900 km2).
Dentro de la vasta cuenca que abarca todos los afluentes que llegan a los cauces troncales de los ríos Paraná-Paraguay y Uruguay, además del Plata propiamente dicho se distinguen cuatro subcuencas principales. El 40 por ciento de la cuenca pertenece al cinturón climático tropical de máxima heliofania potencial y lluvias cenitales, modificado por la presencia de relieves orográficos de altitud dispar -desde las moderadas cordilleras costeras del Brasil (1.500 a 2.000m) a la muralla andina que supera los 6.000m sobre el nivel del mar sobre los que irrumpen las masas de aire marítimo y continental que integran la circulación general de la atmósfera, componiendo sobre el dilatado espacio de la cuenca un esquema de precipitaciones de tipo predominante pluvial, ya que las nevadas de las altas cuencas del Pilcomayo y Bermejo representan solo un pequeño porcentaje del total. Su distribución anual ofrece como rasgo más destacado la escasez invernal que caracteriza al oeste de la cuenca, a causa de la supresión de los procesos convectivos que originan la mayor parte de las lluvias, debido a que en esa estación del año se establece el puente de altas presiones que une a los anticiclones del Atlántico y del Pacífico sobre el continente. Hacia el norte dominan las precipitaciones tropicales que en el área subtropical dejan paso a la pluviosidad persistente todo el año que prima en estados meridionales del Brasil, Uruguay y centro este de la provincia de Buenos Aires. (Texto: JUAN BAZAN)
La Cuenca del Plata se encuentran entre las diez cuencas hidrográficas más amenazadas del mundo, según un informe del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) dado a conocer en Ginebra el 19 marzo pasado.
A nuestra cuenca se unen Cinco ríos de Asia, el Yangtzé, Mékong, Saloen, Ganges e Indus, de los que dependen más de 870 millones de personas, se cuentan también entre los que están en máximo riesgo, de acuerdo al mismo reporte. Además, el estudio considera la confluencia del río Nilo con el lago Victoria en Africa, así como el Murray-Darling en Oceanía y el río Danubio en Europa en serio peligro.
"Mala planificación y protección inadecuada de zonas naturales no nos permiten estar seguros de que el agua de los ríos seguirá fluyendo", advierte el informe de WWF, publicado en ocasión del Día Mundial del Agua, el 22 de marzo pasado.
Si no se toman medidas, "existirán cada vez más problemas para acceder al agua", aseguró Jamie Pittock en reunión de prensa, director del Programa Global del organismo para el agua dulce.
La Cuenca del río de la Plata, además del Danubio y el Saloen (un río que se inicia en el Tíbet y desemboca en el mar birmano), se hallan amenazados debido a las represas y los proyectos de infraestructura para la navegación acuática, que representan el mayor peligro para los recursos de agua dulce. WWF ha sugerido el empleo del transporte en tren en lugar del desarrollo de la navegación, como un posible paliativo.
Según el reporte, el empleo excesivo de agua para la agricultura y el consumo humano, "amenaza con secar completamente el río Grande (conocido como río Bravo en México) y el Ganges".
El Indus está en peligro por las extracciones excesivas de agua y por el calentamiento climático, debido a su dependencia de las aguas provenientes de los glaciares del Himalaya.
En Africa, el incremento de las temperaturas representa "potenciales efectos devastadores para la pesca e incluso la paz, en la árida región del Nilo y el lago Victoria", agrega el informe.
El Mékong es víctima de la sobrepesca y el Yangtzé se halla asfixiado debido a la polución generada por las industrias.
El consumo de agua dulce ha aumentado el doble que la población, lo que significará en 2025 que más de un 60% de las personas en las regiones más afectadas tendrán dificultades para acceder al vital elemento, según un estudio del Instituto de Estocolmo para el Medio Ambiente.
La Cuenca del Plata es, ambientalmente hablando, la más importante de la Republica Argentina y la segunda en importancia del continente. Recoge las aguas que bajan de la Puna, del Sistema Sub-andino, de las Sierras Pampeanas y de los ríos que recorren las llanuras Pampeana y Chaqueña y de la Mesopotámica. Por sus dimensiones y posibilidades económicas, la Cuenca del Plata es de las potencialmente más ricas del planeta; su variedad morfológica y climática ha generado en ella recursos hídricos diferenciados, entre los que descuellan por su magnitud los ríos Paraná (con su tributario el Paraguay) y el Uruguay cuyos cursos culminan en e río de la Plata, originado por la confluencia de ambos. Los países que gozan del condominio de sus recursos hídricos superficiales son la Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay, cada uno de los cuales se sustenta en los distintos intereses que provoca la utilización del agua.
En ciertos sectores de la cuenca predomina su empleo como vía de navegación (Argentina y Paraguay) y en otros, por el contrario, el principal destino es la generación de hidroenergía (Brasil y Bolivia) alternativa a la que nuestro país se abre ahora con los aprovechamientos de Salto Grande y otros en ejecución. Para la Argentina la cuenca representa un recurso estratégico en sí mismo, ya que no solo engloba su mayor riqueza fluvial y pluvial sino que, además, en ella se concentra aproximadamente el 70 por ciento de su población, radicada en el 37 por cierto en la superficie del territorio nacional (918.900 km2).
Dentro de la vasta cuenca que abarca todos los afluentes que llegan a los cauces troncales de los ríos Paraná-Paraguay y Uruguay, además del Plata propiamente dicho se distinguen cuatro subcuencas principales. El 40 por ciento de la cuenca pertenece al cinturón climático tropical de máxima heliofania potencial y lluvias cenitales, modificado por la presencia de relieves orográficos de altitud dispar -desde las moderadas cordilleras costeras del Brasil (1.500 a 2.000m) a la muralla andina que supera los 6.000m sobre el nivel del mar sobre los que irrumpen las masas de aire marítimo y continental que integran la circulación general de la atmósfera, componiendo sobre el dilatado espacio de la cuenca un esquema de precipitaciones de tipo predominante pluvial, ya que las nevadas de las altas cuencas del Pilcomayo y Bermejo representan solo un pequeño porcentaje del total. Su distribución anual ofrece como rasgo más destacado la escasez invernal que caracteriza al oeste de la cuenca, a causa de la supresión de los procesos convectivos que originan la mayor parte de las lluvias, debido a que en esa estación del año se establece el puente de altas presiones que une a los anticiclones del Atlántico y del Pacífico sobre el continente. Hacia el norte dominan las precipitaciones tropicales que en el área subtropical dejan paso a la pluviosidad persistente todo el año que prima en estados meridionales del Brasil, Uruguay y centro este de la provincia de Buenos Aires. (Texto: JUAN BAZAN)
23 mar 2007
HISTORIA DE LAS ACTITUDES
Opinión de Jaime Richart sobre las derechas y la izquierda en España y el mundo
Me congratula leer a algunos articulistas en los medios impresos y a mucha gente ya en los alternativos, y verla multitudinariamente en la calle, cuatro años después, clamando contra los abyectos invasores de Afganistán e Irak. Pero ¡qué pocos, sobresalientes, dignatarios, responsables... fueron los que en su momento expresaron en voz alta su indignación y reaccionaron con rabia superados por las sorpresas mentirosas que día tras día los canallas americanos iban lanzando al mundo! Sin embargo, bastaba un mínimo de olfato y otro poco de intuición sobre cómo maniobra el Poder y qué clase de aberraciones puede llegar a cometer para satisfacerse.
Bush y Blair son dos canallas que personalizan los cósmicos intereses mundiales. Pero la demora en reaccionar de los gobiernos y de los medios del mundo es la causa cómplice de la muerte ya de más de un millón de seres humanos sin culpa y la devastación de dos países. Bush y Blair habrán de dar cuenta tarde o temprano ante un tribunal internacional. Pero 'nuestro' Aznar sólo ha dado la cara cínicamente después de irse, para ir proclamando de sala en sala de conferencias la superioridad de la ideología podrida neoliberal de las privatizaciones sin fin en detrimento de grandes masas de población marginadas. Hasta entonces, en la guerra de Irak, hizo el papel de humanitarista que por eso mismo se permitía el lujo de poner los pies encima de la misma mesa de Bush...
Desde casi el principio me las he tenido muy tiesas -no sé si esto sonará a jactancia- con un puntal de El País, Andrés Ortega Klein, columnista habitual de los lunes, nieto de Ortega y Gasset y en general imparcial. Pero cauteloso sobre todo. Cauteloso, porque no está con los neocons pero tampoco abiertamente contra ellos. El se diría objetivo, equidistante, como todo periodista de bien. Pero no es así. El espíritu de cada periódico no 'puede' ser ecléctico pese a que todos los rotativos del planeta se declaren independientes. Simple y llanamente porque han de tomar partido, porque quienes son dueños de los medios son dueños de las conciencias de sus periodistas y de las de sus lectores. Y los dueños de los medios en cada país son a su vez esclavos de los dueños del dinero financiero y del Poder mundial hoy inequívocamente concentrado en manos anglosajonas.}Decía que me las he tenido muy tiesas porque reproché desde el principio al rotativo y a todos sus parientes periodísticos norteamericanos y atlantistas, que tolerasen lo que para cualquier observador que no estuviese dormido ni lo fingiese, era una colosal impostura, un preparado a la carta que al final culminaba en genocidio. Pero callaron como putas de las de antes. Lo veía así todo el que no tuviera intereses financieros, ni políticos, ni ideológicos en este desgraciado asunto.
Lo que quiere decir en roman paladino, que su periódico y otros tuvieron que recibir cientos de artículos expresando rotundas repulsas a aquel secuestro de la ONU por parte de los neocons, contra aquello que la ridícula 'Comunidad Internacional', abanderada por Bush, Rumfsfeld, Powell, Cheney... atenazó por muchos meses al globo. Título éste, el de 'Comunidad internacional' que se enfrentaba a la ONU, siguiendo instrucciones de sus think tanks de llamar así a una pequeña recua de países recién desmembrados de la antigua URSS, además de la España de Aznar y Polonia que arropaban a los canallas. Pero no publicaron los artículos enviados...
Ortega me invitó incluso a un acto litúrgico en la Asociación de la Prensa en el año 2003. Un acto del que tuve que ausentarme pronto, asqueado, por las ambiguas frases del presidente de la revista Foreign Policy, Moisés Naím, en su intervención, y no digamos por las descaradas y mentirosas reflexiones de la entonces abominable ministra de Exteriores, Ana Palacio, que avalaban la abominación que se estaba cometiendo en Oriente Medio en aquellos momentos. Aquello fue un aquelarre de la causa neoliberal, con el consentimiento, sino el beneplácito, de todos los postineros circunstantes que pasaban por ser buenos e inteligentes periodistas de pensamiento recto. Pero, curiosamente, había de todo. Un contubernio extraño de representantes de la derecha e izquierda oficiales mezcladas en perfecta armonía y entendimiento, para cohonestar las aberraciones del imperio.Pero decía que ahora no hay bien nacido que no haga llegar hasta los últimos confines de la tierra su repugnancia por la guerra y la depredación que no acaban.
Y los periódicos, incluido El País, van dando entrada a articulistas que ponen las cosas en su sitio, que es tanto como decir que sitúan en el ámbito criminógeno que les corresponde a todos esos desechos humanos que son los politicastros al frente de sus países; unos todavía en funciones, y otro, 'nuestro' canalla nacional, paseando su cínica figura y charlatanería por esos mundos de Dios...Sin embargo, mi primer artículo, 'Yo acuso' sobre el asunto, lo publiqué en abril del 2003. No sólo tuve que soportar los improperios y amenazas de los fascistas. Hube también de hacer frente a acusaciones de visionario, de conspirador y de conspirapanoide para arriba de quienes se decían de izquierda. No es que los periódicos y el mismo Solana al frente de la OTAN viesen sólo armas de destrucción masiva en una foto de prestidigitador que exhibió Collin Powell. No.
Es que muchos de los que pasaban por izquierda en los medios alternativos bramaron contra mí por aquel artículo. Unas reflexiones que no pasaban de sostener más que una tesis o una hipótesis desde la observación de un hombre del campo. Nada que no fuesen apuntamientos sobre la sospecha que arrojaba lo sucedido el 11 de setiembre de 2001 en el WTC, refrendado después documentadamente por Thierry Meyssan, director de la Réseau Voltaire. Algo que hoy supera en credibilidad a la confesión montada del pakistaní juzgado en Guatánamo que se atribuye la autoría del 11-S.Es lamentable que despierte tan tarde toda esa caterva de oportunistas que, en la vida oficial de todas clases, está al acecho del caído para hacer de él también leña.
Como es el caso actualmente de los que se revuelven contra Bush. Un Bush que tiene los meses contados y no volveremos a saber nunca nada más de él cuando se vaya de rositas. Pero mucho más lamentable es que personajes de la izquierda voluntariosa y despejada se dejen tan facilonamente embaucar por la vara del ilusionista pese a saber perfectamente que el Poder de hecho y de derecho no hace más que usarla cada día y especialmente en los acontecimientos cuya magnitud, alcance e intenciones se puede apreciar a través de una mínima reflexión. Como es el caso de aquel nefasto 11 de setiembre organizado -no me desdigo ni en una sola coma- por los mismos que llevaron la destrucción y la muerte a los dos países asiáticos, y que han metido a partir de entonces en un puño al resto del mundo. Ahora, después de tanto sufrimiento por el placer y la ambición de unos cuantos, desperezan algunos que debieron estar en primera línea de enfrentamiento moral y político y mediático. Como el fiscal de la Corte Penal Internacional de La Haya.Ya sé que muchos se movilizaron y salieron a la calle entonces. Precisamente Andrés Ortega presume ahora de que su periódico ha estado 'siempre' contra la guerra'. Debe ser por algún editorial ambiguo y por la profusa publicación de fotografías de las muchedumbres con pancartas de 'No a la guerra' en aquellas fechas. Pero individualmente, personalmente, no recuerdo en estos cuatro años nada valiente que me haya llamado la atención hasta el artículo de Adolfo García Ortega Decir lo que se piensa, publicado en El País el 26 de febrero pasado.
Hasta esa fecha todo han sido vacilantes y guiñosos artículos, incluidos los editoriales de los periódicos aleccionados convenientemente por los dueños de las agencias de noticias y por los delegados-figurantes de los rotativos en cada país. Y ahora mismo, como ya expresé ayer en mis comentarios sobre las manifestaciones contra la guerra, se sigue contestanto a este abominable atraco a la humanidad con una actitud semifolclórica. Hora es ya de despertar de una vez. Los periódicos no van a dar el paso definitivo contra los impostores, ladrones y criminales principales.
La izquierda verdadera, ésta que bulle en los medios alternativos, no debiera gastar sus energías acusando a los anglosajones metiendo en el mismo saco a Aznar. A Aznar hay que darle de comer aparte. Está entre nosotros, sigue influyendo entre nosotros. Es el principal enemigo del Estado socialista pagado por el Estado que somos todos. ¡A por él, con la palabra!, como dicen cada dos por tres otros y otras periodistas cuando menos motivo hay para otras persecuciones sin fundamento...
Jaime Richart (especial para ARGENPRESS.info) - Fecha publicación: 19/03/2007.
Me congratula leer a algunos articulistas en los medios impresos y a mucha gente ya en los alternativos, y verla multitudinariamente en la calle, cuatro años después, clamando contra los abyectos invasores de Afganistán e Irak. Pero ¡qué pocos, sobresalientes, dignatarios, responsables... fueron los que en su momento expresaron en voz alta su indignación y reaccionaron con rabia superados por las sorpresas mentirosas que día tras día los canallas americanos iban lanzando al mundo! Sin embargo, bastaba un mínimo de olfato y otro poco de intuición sobre cómo maniobra el Poder y qué clase de aberraciones puede llegar a cometer para satisfacerse.
Bush y Blair son dos canallas que personalizan los cósmicos intereses mundiales. Pero la demora en reaccionar de los gobiernos y de los medios del mundo es la causa cómplice de la muerte ya de más de un millón de seres humanos sin culpa y la devastación de dos países. Bush y Blair habrán de dar cuenta tarde o temprano ante un tribunal internacional. Pero 'nuestro' Aznar sólo ha dado la cara cínicamente después de irse, para ir proclamando de sala en sala de conferencias la superioridad de la ideología podrida neoliberal de las privatizaciones sin fin en detrimento de grandes masas de población marginadas. Hasta entonces, en la guerra de Irak, hizo el papel de humanitarista que por eso mismo se permitía el lujo de poner los pies encima de la misma mesa de Bush...
Desde casi el principio me las he tenido muy tiesas -no sé si esto sonará a jactancia- con un puntal de El País, Andrés Ortega Klein, columnista habitual de los lunes, nieto de Ortega y Gasset y en general imparcial. Pero cauteloso sobre todo. Cauteloso, porque no está con los neocons pero tampoco abiertamente contra ellos. El se diría objetivo, equidistante, como todo periodista de bien. Pero no es así. El espíritu de cada periódico no 'puede' ser ecléctico pese a que todos los rotativos del planeta se declaren independientes. Simple y llanamente porque han de tomar partido, porque quienes son dueños de los medios son dueños de las conciencias de sus periodistas y de las de sus lectores. Y los dueños de los medios en cada país son a su vez esclavos de los dueños del dinero financiero y del Poder mundial hoy inequívocamente concentrado en manos anglosajonas.}Decía que me las he tenido muy tiesas porque reproché desde el principio al rotativo y a todos sus parientes periodísticos norteamericanos y atlantistas, que tolerasen lo que para cualquier observador que no estuviese dormido ni lo fingiese, era una colosal impostura, un preparado a la carta que al final culminaba en genocidio. Pero callaron como putas de las de antes. Lo veía así todo el que no tuviera intereses financieros, ni políticos, ni ideológicos en este desgraciado asunto.
Lo que quiere decir en roman paladino, que su periódico y otros tuvieron que recibir cientos de artículos expresando rotundas repulsas a aquel secuestro de la ONU por parte de los neocons, contra aquello que la ridícula 'Comunidad Internacional', abanderada por Bush, Rumfsfeld, Powell, Cheney... atenazó por muchos meses al globo. Título éste, el de 'Comunidad internacional' que se enfrentaba a la ONU, siguiendo instrucciones de sus think tanks de llamar así a una pequeña recua de países recién desmembrados de la antigua URSS, además de la España de Aznar y Polonia que arropaban a los canallas. Pero no publicaron los artículos enviados...
Ortega me invitó incluso a un acto litúrgico en la Asociación de la Prensa en el año 2003. Un acto del que tuve que ausentarme pronto, asqueado, por las ambiguas frases del presidente de la revista Foreign Policy, Moisés Naím, en su intervención, y no digamos por las descaradas y mentirosas reflexiones de la entonces abominable ministra de Exteriores, Ana Palacio, que avalaban la abominación que se estaba cometiendo en Oriente Medio en aquellos momentos. Aquello fue un aquelarre de la causa neoliberal, con el consentimiento, sino el beneplácito, de todos los postineros circunstantes que pasaban por ser buenos e inteligentes periodistas de pensamiento recto. Pero, curiosamente, había de todo. Un contubernio extraño de representantes de la derecha e izquierda oficiales mezcladas en perfecta armonía y entendimiento, para cohonestar las aberraciones del imperio.Pero decía que ahora no hay bien nacido que no haga llegar hasta los últimos confines de la tierra su repugnancia por la guerra y la depredación que no acaban.
Y los periódicos, incluido El País, van dando entrada a articulistas que ponen las cosas en su sitio, que es tanto como decir que sitúan en el ámbito criminógeno que les corresponde a todos esos desechos humanos que son los politicastros al frente de sus países; unos todavía en funciones, y otro, 'nuestro' canalla nacional, paseando su cínica figura y charlatanería por esos mundos de Dios...Sin embargo, mi primer artículo, 'Yo acuso' sobre el asunto, lo publiqué en abril del 2003. No sólo tuve que soportar los improperios y amenazas de los fascistas. Hube también de hacer frente a acusaciones de visionario, de conspirador y de conspirapanoide para arriba de quienes se decían de izquierda. No es que los periódicos y el mismo Solana al frente de la OTAN viesen sólo armas de destrucción masiva en una foto de prestidigitador que exhibió Collin Powell. No.
Es que muchos de los que pasaban por izquierda en los medios alternativos bramaron contra mí por aquel artículo. Unas reflexiones que no pasaban de sostener más que una tesis o una hipótesis desde la observación de un hombre del campo. Nada que no fuesen apuntamientos sobre la sospecha que arrojaba lo sucedido el 11 de setiembre de 2001 en el WTC, refrendado después documentadamente por Thierry Meyssan, director de la Réseau Voltaire. Algo que hoy supera en credibilidad a la confesión montada del pakistaní juzgado en Guatánamo que se atribuye la autoría del 11-S.Es lamentable que despierte tan tarde toda esa caterva de oportunistas que, en la vida oficial de todas clases, está al acecho del caído para hacer de él también leña.
Como es el caso actualmente de los que se revuelven contra Bush. Un Bush que tiene los meses contados y no volveremos a saber nunca nada más de él cuando se vaya de rositas. Pero mucho más lamentable es que personajes de la izquierda voluntariosa y despejada se dejen tan facilonamente embaucar por la vara del ilusionista pese a saber perfectamente que el Poder de hecho y de derecho no hace más que usarla cada día y especialmente en los acontecimientos cuya magnitud, alcance e intenciones se puede apreciar a través de una mínima reflexión. Como es el caso de aquel nefasto 11 de setiembre organizado -no me desdigo ni en una sola coma- por los mismos que llevaron la destrucción y la muerte a los dos países asiáticos, y que han metido a partir de entonces en un puño al resto del mundo. Ahora, después de tanto sufrimiento por el placer y la ambición de unos cuantos, desperezan algunos que debieron estar en primera línea de enfrentamiento moral y político y mediático. Como el fiscal de la Corte Penal Internacional de La Haya.Ya sé que muchos se movilizaron y salieron a la calle entonces. Precisamente Andrés Ortega presume ahora de que su periódico ha estado 'siempre' contra la guerra'. Debe ser por algún editorial ambiguo y por la profusa publicación de fotografías de las muchedumbres con pancartas de 'No a la guerra' en aquellas fechas. Pero individualmente, personalmente, no recuerdo en estos cuatro años nada valiente que me haya llamado la atención hasta el artículo de Adolfo García Ortega Decir lo que se piensa, publicado en El País el 26 de febrero pasado.
Hasta esa fecha todo han sido vacilantes y guiñosos artículos, incluidos los editoriales de los periódicos aleccionados convenientemente por los dueños de las agencias de noticias y por los delegados-figurantes de los rotativos en cada país. Y ahora mismo, como ya expresé ayer en mis comentarios sobre las manifestaciones contra la guerra, se sigue contestanto a este abominable atraco a la humanidad con una actitud semifolclórica. Hora es ya de despertar de una vez. Los periódicos no van a dar el paso definitivo contra los impostores, ladrones y criminales principales.
La izquierda verdadera, ésta que bulle en los medios alternativos, no debiera gastar sus energías acusando a los anglosajones metiendo en el mismo saco a Aznar. A Aznar hay que darle de comer aparte. Está entre nosotros, sigue influyendo entre nosotros. Es el principal enemigo del Estado socialista pagado por el Estado que somos todos. ¡A por él, con la palabra!, como dicen cada dos por tres otros y otras periodistas cuando menos motivo hay para otras persecuciones sin fundamento...
Jaime Richart (especial para ARGENPRESS.info) - Fecha publicación: 19/03/2007.
17 mar 2007
JEAN BAUDRILLARD Y LA COMUNICACION
"Las cosas no suceden si no se ve que suceden"
Por Gabriela Sharpe
El filósofo y sociólogo francés Jean Baudrillard, crítico de la sociedad de consumo y uno de los teóricos de la posmodernidad, murió el martes 6 marzo de 2007 en París, a los 77 años. Gran parte de su producción intelectual estuvo centrada en cómo los medios de comunicación contribuyen a la construcción de sentidos y significados de modo que las "imágenes" de las cosas y los hechos terminan precediendo o superando la realidad.
Sostenía que el espectáculo es fundamental para crear la visión de los sucesos, a lo que llamó la "hiperrealidad". Las cosas no suceden si no se ve que suceden.
Autor del libro "La guerra del Golfo Pérsico no sucedió" dijo que "nada fue como parecía, si existió, sólo lo fue en un nivel simbólico, se trató de una creación mediática".
Polémico, provocador, como todo productor de ideas Baudrillard enfocó una importante parte de sus trabajos a los ocurrido con los medios en las guerras del Golfo, afirmando que: "Las pantallas transmitían fulgores verdosos de misiles, se oían sonidos de bombas sin cesar pero no aparecía ninguna víctima. La guerra había sido un espectáculo apabullante, que coincidió con la irrupción de la CNN en todo el mundo. Pero los espectadores no veían nada. Nada más que destellos y sonidos sin destino. La CNN había descompuesto la guerra conocida, en la que los cuerpos sangran y se desangran y gritan y caen, en un show surrealista de imágenes sucesivas pero sin lógica".Al producirse el atentado contra las Torres Gemelas, en los EE.UU, el filosofo francés sacudió la modorra de los intelectuales con estas explosivas declaraciones: "La condena moral, la unión sagrada contra el terrorismo transcurren junto al júbilo prodigioso de ver la destrucción de la superpotencia mundial".
Agregando: "Que hayamos soñado este evento, que todos sin excepción hayamos tenido parte en el sueño de este evento, ya que nadie puede substraerse al sueño de la destrucción de cualquier potencia que alcance semejante exceso de hegemonía, eso es lo que resulta inaceptable para la conciencia moral occidental, y sin embargo es un hecho, por de más a la medida de la patética violencia de todos los discursos que quieren borrarlo. En suma, ellos lo hicieron, pero nosotros lo quisimos".
En su artículo "El desierto de lo que es real: simulacros y simulación", escribe que: "La extrema proximidad entre el suceso y su difusión en tiempo real crea una indecisión y una virtualidad de los sucesos, que despoja su dimensión histórica y lo sustrae a la memoria. "Asistimos al reality show, asistimos al relato en directo, a la confusión de la existencia y de su doble, ya no hay más separación, no más vacío, no más ausencia, entramos en la pantalla, en la imagen virtual... entramos en nuestra vida misma como en una pantalla, enfilamos nuestra propia vida como una combinación digital."A diferencia de la fotografía, del cine y de la pintura donde hay una escena y una mirada -no siempre, de hecho-, la imagen de video como la pantalla de la computadora, inducen un tipo de inmersión, de relación umbilical, de interacción activa, inmersión celular, corpuscular; entramos en la sustancia vacía de la imagen para eventualmente modificarla. Nos movemos como queremos, hacemos lo que queremos con la imagen interactiva, pero la inmersión es el precio de esta disponibilidad".Esta conferencia que brindó en mayo del 2003, no pierde vigencia ni actualidad: "Asistimos al espectáculo de la banalidad, que hoy día es la verdadera obscenidad. La televisión se dedica a desocultar la vida cotidiana. Y la gente queda fascinada ante la indiferencia de este "nada que ver", "nada que decir", la indiferencia de lo mismo, asumiendo la banalidad como destino, como el nuevo rostro de la fatalidad". Palabras que son el fiel reflejo de GRAN HERMANO, el reality show con mayor audiencia en la televisión argentina (ANC-UTPBA).
La autora es periodista de la revista Despierta Buenos Aires y Todo Mundo (España).
Esta nota de opinión, especial para ANC-UTPBA, es reproducida por gentileza de la agencia en este espacio.
Por Gabriela Sharpe
El filósofo y sociólogo francés Jean Baudrillard, crítico de la sociedad de consumo y uno de los teóricos de la posmodernidad, murió el martes 6 marzo de 2007 en París, a los 77 años. Gran parte de su producción intelectual estuvo centrada en cómo los medios de comunicación contribuyen a la construcción de sentidos y significados de modo que las "imágenes" de las cosas y los hechos terminan precediendo o superando la realidad.
Sostenía que el espectáculo es fundamental para crear la visión de los sucesos, a lo que llamó la "hiperrealidad". Las cosas no suceden si no se ve que suceden.
Autor del libro "La guerra del Golfo Pérsico no sucedió" dijo que "nada fue como parecía, si existió, sólo lo fue en un nivel simbólico, se trató de una creación mediática".
Polémico, provocador, como todo productor de ideas Baudrillard enfocó una importante parte de sus trabajos a los ocurrido con los medios en las guerras del Golfo, afirmando que: "Las pantallas transmitían fulgores verdosos de misiles, se oían sonidos de bombas sin cesar pero no aparecía ninguna víctima. La guerra había sido un espectáculo apabullante, que coincidió con la irrupción de la CNN en todo el mundo. Pero los espectadores no veían nada. Nada más que destellos y sonidos sin destino. La CNN había descompuesto la guerra conocida, en la que los cuerpos sangran y se desangran y gritan y caen, en un show surrealista de imágenes sucesivas pero sin lógica".Al producirse el atentado contra las Torres Gemelas, en los EE.UU, el filosofo francés sacudió la modorra de los intelectuales con estas explosivas declaraciones: "La condena moral, la unión sagrada contra el terrorismo transcurren junto al júbilo prodigioso de ver la destrucción de la superpotencia mundial".
Agregando: "Que hayamos soñado este evento, que todos sin excepción hayamos tenido parte en el sueño de este evento, ya que nadie puede substraerse al sueño de la destrucción de cualquier potencia que alcance semejante exceso de hegemonía, eso es lo que resulta inaceptable para la conciencia moral occidental, y sin embargo es un hecho, por de más a la medida de la patética violencia de todos los discursos que quieren borrarlo. En suma, ellos lo hicieron, pero nosotros lo quisimos".
En su artículo "El desierto de lo que es real: simulacros y simulación", escribe que: "La extrema proximidad entre el suceso y su difusión en tiempo real crea una indecisión y una virtualidad de los sucesos, que despoja su dimensión histórica y lo sustrae a la memoria. "Asistimos al reality show, asistimos al relato en directo, a la confusión de la existencia y de su doble, ya no hay más separación, no más vacío, no más ausencia, entramos en la pantalla, en la imagen virtual... entramos en nuestra vida misma como en una pantalla, enfilamos nuestra propia vida como una combinación digital."A diferencia de la fotografía, del cine y de la pintura donde hay una escena y una mirada -no siempre, de hecho-, la imagen de video como la pantalla de la computadora, inducen un tipo de inmersión, de relación umbilical, de interacción activa, inmersión celular, corpuscular; entramos en la sustancia vacía de la imagen para eventualmente modificarla. Nos movemos como queremos, hacemos lo que queremos con la imagen interactiva, pero la inmersión es el precio de esta disponibilidad".Esta conferencia que brindó en mayo del 2003, no pierde vigencia ni actualidad: "Asistimos al espectáculo de la banalidad, que hoy día es la verdadera obscenidad. La televisión se dedica a desocultar la vida cotidiana. Y la gente queda fascinada ante la indiferencia de este "nada que ver", "nada que decir", la indiferencia de lo mismo, asumiendo la banalidad como destino, como el nuevo rostro de la fatalidad". Palabras que son el fiel reflejo de GRAN HERMANO, el reality show con mayor audiencia en la televisión argentina (ANC-UTPBA).
La autora es periodista de la revista Despierta Buenos Aires y Todo Mundo (España).
Esta nota de opinión, especial para ANC-UTPBA, es reproducida por gentileza de la agencia en este espacio.
5 mar 2007
APUNTES SOBRE EL VALOR DEL PENSAMIENTO
¿Qué sería del hombre sin el poder de pensar?
Juan Carlos Nicolau escribió recientemente este breve pero sustancial ensayo: EL VALOR DEL PENSAMIENTO, que recomendamos para apreciar y distribuir entre los lectores de este blog, ya que su lectura nos ofrece varias herramientas para ir luchando contra la incultura que cada vez se apropia de sectores más amplias de nuestra sociedad. Nicolau, con sagacidad y entendimiento de estudioso del tema, nos brinda una resumida información y nos muestra algunos ejemplos que serían valiosos para entender las causas estructurales de un mundo en decadencia. Un mundo, como el nuestro, que tiene delante de sus propias narices todas las posibilidades para el cambio que necesita.
Protágoras, filósofo heleno, natural de la ciudad de Abdera, sostenía que "el hombre es la medida de todas las cosas", quizá, se podría añadir a su vez que él, es principio y fin de todas las cosas, en cuanto aquello que concierne a su vivir en sociedad. Está afirmación que es una verdad que, aparentemente, no necesita demostración, sin embargo, se olvida a menudo. En el diario discurrir se observa, cuando se habla de sistemas, de proyectos, de obras, de objetos y de ideas dejando de lado el fin último, el destinatario de todas las cosas.
Es que, el mundo del hombre del siglo XXI es maravilloso. El sólo conocimiento de que hemos abierto la puerta a la exploración del Cosmos da la pauta para el asombro. Sin embargo, frente a lo deslumbrante y mágico de su accionar, al mismo tiempo el hombre continua destruyéndose a si mismo en forma irracional. Las guerras económicas entre países, los conflictos políticos y religiosos traducidos en acciones armadas y la incapacidad para resolver el problema del hambre a nivel mundial comprueban una actitud esquizofrénica.
He aquí, pues, el nudo del problema. Porque ¿qué es el hombre sin su capacidad de poder pensar? Ya Pascal había afirmado: el hombre es una caña pensante. Débil en su estructura física, comparado con otros organismos vivientes y a las fuerzas que desata la naturaleza, el hombre ha llegado a modificar el ambiente que le rodea, emergiendo a través de un largo proceso desde la oscuridad de la prehistoria merced a la invención de herramientas, mediante su capacidad para pensar.
Si esto es así, si somos en función de nuestras ideas, si en verdad despojados de la capacidad de razonar volvemos a nuestra condición original de primates ¿cómo es posible que releguemos a niveles inferiores tan precioso concepto?
Una nación es función de las acciones de sus habitantes, no existen países sin pobladores, lo que hacen y producen será el beneficio que recibirán de acuerdo con su trabajo. Para hacer y producir es preciso recurrir al cerebro humano. Esto implica dar valor a la instrucción y a la cultura, es fundamental.
Si Argentina figuró en el siglo XIX y la mitad del siguiente entre las naciones con un alto índice de desarrollo social fue consecuencia no solo por la existencia de excelentes tierras para el cultivo agrícola y ganadero, sino porque organizó un sistema de instrucción pública obligatoria y gratuita que, con sus guardapolvos blancos, creo en los cuatro rumbos del país generaciones alfabetas que le dieron una base y un sentido de nación.
Porque la escuela primaria argentina fue la célula de la voluntad de país, la amalgama que transformó al aluvión inmigratorio, la concreción del concepto abstracto de patria. Esta tarea que cumplieron con visión de futuro, las generaciones anteriores, merece nuestro respeto, pero aun más merece nuestra emulación.
Debemos fortalecer las estructuras de la cultura, comenzando por la enseñanza primaria y secundaria, como un primer paso, introduciendo los cambios que reclaman los tiempos presentes. Escuchemos en esto la palabra de los especialistas, pero sin perder la senda olvidando los objetivos fundamentales.
Argentina exporta materia gris, hombres preciosos que enriquecen otras latitudes, donde los reciben sin preguntas, en cambio aquilatando el valor de su intelecto. Este hecho debe avergonzarnos profundamente y aquí no son válidas ambiguas declaraciones de rescate, con prebendas ridículas que no son del caso considerar.
Debemos entender que las naciones que marcan rumbos, no se sustentan en el solo poder de sus riquezas económicas. El trabajo crea riqueza, como proclamó Adam Smith hace dos siglos, pero éste requiere hombres pensantes, no hay otro camino.
Hay que comprender que los hombres de la cultura, el escritor, el maestro, el profesor, el científico deben ser considerados puntales básicos para el progreso de la sociedad en su conjunto. De aquí que es preciso valorar su labor otorgándoles un reconocimiento material y moral que ponga de relieve esta circunstancia.
Es preciso entender que el estancamiento de la nación es un problema que no se encuentra focalizado exclusivamente en factores relacionados con el desarrollo económico. El atraso puede deberse a una actitud mental, la ausencia de otorgar importancia al pensamiento, la carencia de metas definidas en éste sentido.
Para superar el atraso cultural glorifiquemos el pensamiento. Éste no puede ser el resultado de un acto imprevisto o aislado, será consecuencia del estudio y la investigación de los alumnos, los profesores, los científicos. Será la suma de las escuelas y universidades, estas constituyen el cerebro del país. Es preciso construir una pirámide de base sólida, con la instrucción primaria, que culmine en una Universidad con mayúscula que reúna, como en otras latitudes, el conocimiento universal para adaptarlo y aplicarlo a las condiciones y requerimientos particulares de nuestra sociedad.
La Universidad debe constituir un patrón de medida fundado en el conocimiento de cada uno de sus integrantes, no caben otras valoraciones. Debe integrar el pensamiento del país, el laboratorio que discute y propone, investigando el pasado y proyectando el futuro, sin ataduras de ninguna especie, el órgano de consulta de los políticos y hombres de acción para la toma de decisiones. Debe estar vinculada profundamente en el quehacer político, económico y social de la nación, guardando su autonomía funcional.
Estos propósitos requieren reconocer el valorar intrínseco y fundamental del pensamiento y dar a los hombres ocupados en éste quehacer, estabilidad en su tarea a lo largo de los años, formando equipos de trabajo y otorgando respaldo económico a su labor.
Es necesario repetir, la Universidad es el cerebro del país, sin cerebro no hay ideas ni pensamiento, se carece de brújula, hay ausencia de objetivos. La universidad lejos de ser una fábrica de títulos profesionales, es mucho más, éstos son necesarios en lo inmediato, pero en todo caso no constituyen la tarea universitaria más importante. Es preciso calar hondo para llegar a la médula, por consiguiente es preciso otorgar el lugar que merecen a los hombres que hacen al pensamiento de la nación. Este reconocimiento debe constituir una prenda de orgullo para todos los argentinos y borrar así el concepto actual de considerar capaces tan solo a aquellos que tienen habilidad para amasar dinero.
Si se lucha por éste objetivo se habrá comenzado a modificar en profundidad las estructuras sociales argentinas, en este sentido es imprescindible una voluntad política de parte de todos aquellos que, en diferentes ámbitos, tienen responsabilidad en la conducción del gobierno del país.
J.C.Nicolau.
Febrero 2007.
Juan Carlos Nicolau escribió recientemente este breve pero sustancial ensayo: EL VALOR DEL PENSAMIENTO, que recomendamos para apreciar y distribuir entre los lectores de este blog, ya que su lectura nos ofrece varias herramientas para ir luchando contra la incultura que cada vez se apropia de sectores más amplias de nuestra sociedad. Nicolau, con sagacidad y entendimiento de estudioso del tema, nos brinda una resumida información y nos muestra algunos ejemplos que serían valiosos para entender las causas estructurales de un mundo en decadencia. Un mundo, como el nuestro, que tiene delante de sus propias narices todas las posibilidades para el cambio que necesita.
Protágoras, filósofo heleno, natural de la ciudad de Abdera, sostenía que "el hombre es la medida de todas las cosas", quizá, se podría añadir a su vez que él, es principio y fin de todas las cosas, en cuanto aquello que concierne a su vivir en sociedad. Está afirmación que es una verdad que, aparentemente, no necesita demostración, sin embargo, se olvida a menudo. En el diario discurrir se observa, cuando se habla de sistemas, de proyectos, de obras, de objetos y de ideas dejando de lado el fin último, el destinatario de todas las cosas.
Es que, el mundo del hombre del siglo XXI es maravilloso. El sólo conocimiento de que hemos abierto la puerta a la exploración del Cosmos da la pauta para el asombro. Sin embargo, frente a lo deslumbrante y mágico de su accionar, al mismo tiempo el hombre continua destruyéndose a si mismo en forma irracional. Las guerras económicas entre países, los conflictos políticos y religiosos traducidos en acciones armadas y la incapacidad para resolver el problema del hambre a nivel mundial comprueban una actitud esquizofrénica.
He aquí, pues, el nudo del problema. Porque ¿qué es el hombre sin su capacidad de poder pensar? Ya Pascal había afirmado: el hombre es una caña pensante. Débil en su estructura física, comparado con otros organismos vivientes y a las fuerzas que desata la naturaleza, el hombre ha llegado a modificar el ambiente que le rodea, emergiendo a través de un largo proceso desde la oscuridad de la prehistoria merced a la invención de herramientas, mediante su capacidad para pensar.
Si esto es así, si somos en función de nuestras ideas, si en verdad despojados de la capacidad de razonar volvemos a nuestra condición original de primates ¿cómo es posible que releguemos a niveles inferiores tan precioso concepto?
Una nación es función de las acciones de sus habitantes, no existen países sin pobladores, lo que hacen y producen será el beneficio que recibirán de acuerdo con su trabajo. Para hacer y producir es preciso recurrir al cerebro humano. Esto implica dar valor a la instrucción y a la cultura, es fundamental.
Si Argentina figuró en el siglo XIX y la mitad del siguiente entre las naciones con un alto índice de desarrollo social fue consecuencia no solo por la existencia de excelentes tierras para el cultivo agrícola y ganadero, sino porque organizó un sistema de instrucción pública obligatoria y gratuita que, con sus guardapolvos blancos, creo en los cuatro rumbos del país generaciones alfabetas que le dieron una base y un sentido de nación.
Porque la escuela primaria argentina fue la célula de la voluntad de país, la amalgama que transformó al aluvión inmigratorio, la concreción del concepto abstracto de patria. Esta tarea que cumplieron con visión de futuro, las generaciones anteriores, merece nuestro respeto, pero aun más merece nuestra emulación.
Debemos fortalecer las estructuras de la cultura, comenzando por la enseñanza primaria y secundaria, como un primer paso, introduciendo los cambios que reclaman los tiempos presentes. Escuchemos en esto la palabra de los especialistas, pero sin perder la senda olvidando los objetivos fundamentales.
Argentina exporta materia gris, hombres preciosos que enriquecen otras latitudes, donde los reciben sin preguntas, en cambio aquilatando el valor de su intelecto. Este hecho debe avergonzarnos profundamente y aquí no son válidas ambiguas declaraciones de rescate, con prebendas ridículas que no son del caso considerar.
Debemos entender que las naciones que marcan rumbos, no se sustentan en el solo poder de sus riquezas económicas. El trabajo crea riqueza, como proclamó Adam Smith hace dos siglos, pero éste requiere hombres pensantes, no hay otro camino.
Hay que comprender que los hombres de la cultura, el escritor, el maestro, el profesor, el científico deben ser considerados puntales básicos para el progreso de la sociedad en su conjunto. De aquí que es preciso valorar su labor otorgándoles un reconocimiento material y moral que ponga de relieve esta circunstancia.
Es preciso entender que el estancamiento de la nación es un problema que no se encuentra focalizado exclusivamente en factores relacionados con el desarrollo económico. El atraso puede deberse a una actitud mental, la ausencia de otorgar importancia al pensamiento, la carencia de metas definidas en éste sentido.
Para superar el atraso cultural glorifiquemos el pensamiento. Éste no puede ser el resultado de un acto imprevisto o aislado, será consecuencia del estudio y la investigación de los alumnos, los profesores, los científicos. Será la suma de las escuelas y universidades, estas constituyen el cerebro del país. Es preciso construir una pirámide de base sólida, con la instrucción primaria, que culmine en una Universidad con mayúscula que reúna, como en otras latitudes, el conocimiento universal para adaptarlo y aplicarlo a las condiciones y requerimientos particulares de nuestra sociedad.
La Universidad debe constituir un patrón de medida fundado en el conocimiento de cada uno de sus integrantes, no caben otras valoraciones. Debe integrar el pensamiento del país, el laboratorio que discute y propone, investigando el pasado y proyectando el futuro, sin ataduras de ninguna especie, el órgano de consulta de los políticos y hombres de acción para la toma de decisiones. Debe estar vinculada profundamente en el quehacer político, económico y social de la nación, guardando su autonomía funcional.
Estos propósitos requieren reconocer el valorar intrínseco y fundamental del pensamiento y dar a los hombres ocupados en éste quehacer, estabilidad en su tarea a lo largo de los años, formando equipos de trabajo y otorgando respaldo económico a su labor.
Es necesario repetir, la Universidad es el cerebro del país, sin cerebro no hay ideas ni pensamiento, se carece de brújula, hay ausencia de objetivos. La universidad lejos de ser una fábrica de títulos profesionales, es mucho más, éstos son necesarios en lo inmediato, pero en todo caso no constituyen la tarea universitaria más importante. Es preciso calar hondo para llegar a la médula, por consiguiente es preciso otorgar el lugar que merecen a los hombres que hacen al pensamiento de la nación. Este reconocimiento debe constituir una prenda de orgullo para todos los argentinos y borrar así el concepto actual de considerar capaces tan solo a aquellos que tienen habilidad para amasar dinero.
Si se lucha por éste objetivo se habrá comenzado a modificar en profundidad las estructuras sociales argentinas, en este sentido es imprescindible una voluntad política de parte de todos aquellos que, en diferentes ámbitos, tienen responsabilidad en la conducción del gobierno del país.
J.C.Nicolau.
Febrero 2007.
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