La Cuenca del Plata es una de las diez más contaminadas del mundo
La Cuenca del Plata se encuentran entre las diez cuencas hidrográficas más amenazadas del mundo, según un informe del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) dado a conocer en Ginebra el 19 marzo pasado.
A nuestra cuenca se unen Cinco ríos de Asia, el Yangtzé, Mékong, Saloen, Ganges e Indus, de los que dependen más de 870 millones de personas, se cuentan también entre los que están en máximo riesgo, de acuerdo al mismo reporte. Además, el estudio considera la confluencia del río Nilo con el lago Victoria en Africa, así como el Murray-Darling en Oceanía y el río Danubio en Europa en serio peligro.
"Mala planificación y protección inadecuada de zonas naturales no nos permiten estar seguros de que el agua de los ríos seguirá fluyendo", advierte el informe de WWF, publicado en ocasión del Día Mundial del Agua, el 22 de marzo pasado.
Si no se toman medidas, "existirán cada vez más problemas para acceder al agua", aseguró Jamie Pittock en reunión de prensa, director del Programa Global del organismo para el agua dulce.
La Cuenca del río de la Plata, además del Danubio y el Saloen (un río que se inicia en el Tíbet y desemboca en el mar birmano), se hallan amenazados debido a las represas y los proyectos de infraestructura para la navegación acuática, que representan el mayor peligro para los recursos de agua dulce. WWF ha sugerido el empleo del transporte en tren en lugar del desarrollo de la navegación, como un posible paliativo.
Según el reporte, el empleo excesivo de agua para la agricultura y el consumo humano, "amenaza con secar completamente el río Grande (conocido como río Bravo en México) y el Ganges".
El Indus está en peligro por las extracciones excesivas de agua y por el calentamiento climático, debido a su dependencia de las aguas provenientes de los glaciares del Himalaya.
En Africa, el incremento de las temperaturas representa "potenciales efectos devastadores para la pesca e incluso la paz, en la árida región del Nilo y el lago Victoria", agrega el informe.
El Mékong es víctima de la sobrepesca y el Yangtzé se halla asfixiado debido a la polución generada por las industrias.
El consumo de agua dulce ha aumentado el doble que la población, lo que significará en 2025 que más de un 60% de las personas en las regiones más afectadas tendrán dificultades para acceder al vital elemento, según un estudio del Instituto de Estocolmo para el Medio Ambiente.
La Cuenca del Plata es, ambientalmente hablando, la más importante de la Republica Argentina y la segunda en importancia del continente. Recoge las aguas que bajan de la Puna, del Sistema Sub-andino, de las Sierras Pampeanas y de los ríos que recorren las llanuras Pampeana y Chaqueña y de la Mesopotámica. Por sus dimensiones y posibilidades económicas, la Cuenca del Plata es de las potencialmente más ricas del planeta; su variedad morfológica y climática ha generado en ella recursos hídricos diferenciados, entre los que descuellan por su magnitud los ríos Paraná (con su tributario el Paraguay) y el Uruguay cuyos cursos culminan en e río de la Plata, originado por la confluencia de ambos. Los países que gozan del condominio de sus recursos hídricos superficiales son la Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay, cada uno de los cuales se sustenta en los distintos intereses que provoca la utilización del agua.
En ciertos sectores de la cuenca predomina su empleo como vía de navegación (Argentina y Paraguay) y en otros, por el contrario, el principal destino es la generación de hidroenergía (Brasil y Bolivia) alternativa a la que nuestro país se abre ahora con los aprovechamientos de Salto Grande y otros en ejecución. Para la Argentina la cuenca representa un recurso estratégico en sí mismo, ya que no solo engloba su mayor riqueza fluvial y pluvial sino que, además, en ella se concentra aproximadamente el 70 por ciento de su población, radicada en el 37 por cierto en la superficie del territorio nacional (918.900 km2).
Dentro de la vasta cuenca que abarca todos los afluentes que llegan a los cauces troncales de los ríos Paraná-Paraguay y Uruguay, además del Plata propiamente dicho se distinguen cuatro subcuencas principales. El 40 por ciento de la cuenca pertenece al cinturón climático tropical de máxima heliofania potencial y lluvias cenitales, modificado por la presencia de relieves orográficos de altitud dispar -desde las moderadas cordilleras costeras del Brasil (1.500 a 2.000m) a la muralla andina que supera los 6.000m sobre el nivel del mar sobre los que irrumpen las masas de aire marítimo y continental que integran la circulación general de la atmósfera, componiendo sobre el dilatado espacio de la cuenca un esquema de precipitaciones de tipo predominante pluvial, ya que las nevadas de las altas cuencas del Pilcomayo y Bermejo representan solo un pequeño porcentaje del total. Su distribución anual ofrece como rasgo más destacado la escasez invernal que caracteriza al oeste de la cuenca, a causa de la supresión de los procesos convectivos que originan la mayor parte de las lluvias, debido a que en esa estación del año se establece el puente de altas presiones que une a los anticiclones del Atlántico y del Pacífico sobre el continente. Hacia el norte dominan las precipitaciones tropicales que en el área subtropical dejan paso a la pluviosidad persistente todo el año que prima en estados meridionales del Brasil, Uruguay y centro este de la provincia de Buenos Aires. (Texto: JUAN BAZAN)
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