6 oct 2009

GUERRA A LA LEY DE MEDIOS – POR AGORA 21

EL YO ME OPONGO Y LA
FALACIA COMO CAMPO DE BATALLA

Cuenta la leyenda que el gran pensador español Don Miguel de Unamuno en cuanto se acercaba a una reunión donde se discutía no importaba el tema irrumpía con ahínco: “Yo me opongo”. Se piensa que así azuzaba a los participantes a discutir con amplitud y defender las ideas con buena argumentación.
¿SOMOS LOS ARGENTINOS BUENOS ARGUMENTADORES? Me animo a decir que de ninguna manera... que nuestra forma de ser más habitual es la prepotencia... y que todos los “vertidores de opiniones” no fundamentan en ella ninguna idea que previamente se haya pensado de alguna manera...
ES DECIR SOMOS CAPACES DE FOGONEAR CUALQUIER EMOCIÓN HASTA CONVERTIRLA EN UN SUPUESTO ARGUMENTO. ESTOS SIGNIFICA QUE EL DEBATE SOBRE “LEY DE MEDIOS” SE HA CONVERTIDO EN UNA GUERRA EMOCIONAL, IRRACIONAL, INÚTIL...
EN ESTE contexto se hace necesario hacer lugar a estas desafiantes preguntas: “¿Por qué los líderes de los más grandes grupos opositores se oponen? ¿Son más democráticos que quienes tienen la iniciativa democrática de impulsar la nueva ley? ¿Qué nos sale más sincero y espontáneo el sí o el no? ¿Qué nos importa más? ¿Que ganemos una ley para beneficio ciudadano aunque sea durante este gobierno, o que perdamos la ley con tal de que el gobierno pierda?”. En este aporte de Agora 21 hay suficiente material como para intentar “tener alguna idea” sobre lo que esta pasando. Quizás un café mediante sirvan –estas líneas- para que nuestras habituales pavadas sin sentido dejen de serlo.
Tal vez el reclamo de un periodista suene ilusorio o utópico, pero vale la pena considerarlo: “No importa si responden a posturas ideológicas, políticas sinceras o a posicionamientos, empresarios. Pero hay un argumento inadmisible. En nombre de la mayoría de los trabajadores de prensa que queremos una nueva ley de medios audiovisuales democrática y plural, no digan más que se oponen a la ley en defensa de nuestra libertad de expresión. Ustedes y nosotros sabemos que no es cierto.” (Reynaldo Sietecases, Crítica, 17.09).
ROGAMOS AL SEÑOR DE LA MEMORIA COLECTIVA PARA QUE TODO ESTO QUEDE PARA REGISTRO DE LA HISTORIA, PORQUE DE LOS ENORMES ERRORES, DE LA VERGUENZA AJENA QUE NOS GENERAN LOS CIPAYOS Y LOS “FOGONEADORES” DE SIEMPRE QUIZAS ALGUIEN APRENDA ALGO – by j.b. por Agora 21.





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VEAMOS COMO SE FOGONEA EL TEMA PARA CREAR CONFUSIÓN, INSEGURIDAD, DESALIENTO, MENTIRAS Y OTROS... RESPECTO A LA “LEY DE MEDIOS”:

NOS PLANTEA Carlos A. Valle en “Cada uno hace su juego” : Es llamativo que la propuesta de la Ley de Servicios Audiovisuales no ha motivado a la llamada “oposición” a disponerse a ejercer una de las valiosas tareas parlamentarias y ofrecer una verdadera ágora de la democracia.
POR SU PARTE... Adriana Meyer ha mostrado en un esclarecedor artículo titulado (Página 12, 06.09) “Llegó al Congreso el juego de los parecidos” que “Los autores del proyecto oficial son los mismos que participaron del armado de las propuestas opositoras. Todos los textos se basan en iniciativas presentadas durante gobiernos anteriores.” ¿Qué es lo que detiene la discusión? Los argumentos son variados y la mayoría tiende a desacredita el proyecto sin mostrar voluntad de discutir una ley superadora de la más que determinante ley de la dictadura. Para muestra algunos ejemplos.
LAS ARGUMENTACIONES DE: Francisco Pinedo, diputado del PRO, califican al proyecto como “confiscatorio” y sostiene que “está claro cuál es el objetivo: establecer un mecanismo para quedarse con los medios”. Patricia Bullrich (CC) plantea la necesidad de “una discusión integral de esta ley” porque “tiene una filosofía contraria a la libertad de expresión”. Marta Velarde, diputada de Santiago del Estero, habla de una “asonada contra los medios” Para el vicepresidente "los tiempos no dan" para sancionarla con este Congreso. Quiere que los actuales legisladores hagan su aporte y que voten los ya elegidos, que asuman en diciembre porque "Eso sería lo más saludable", ¿Para quién? Por su parte Pino Solanas celebra la discusión de la Ley pero no deja de criticar al proyecto y su distancia del gobierno. Tras el anuncio que sería eliminada de la Ley la posibilidad de la participación de las telefónicas, desgranó escepticismo: "Hemos dicho que hay que verlo escrito esto, ya que una cosa son las palabras y otra cosa es el texto escrito”
TAMBIEN: Otros introducen nuevos proyectos, como Miguel Bonasso, que no está lejos de la propuesta actual, acentúa la necesidad de contar con una autoridad de aplicación autárquica y se aferra a esa propuesta sin ningún tipo de concesión. La radical Silvana Giudici llamativamente dijo que la propuesta de su bancada será “un dictamen que reúna los consensos por los cuales el radicalismo trabaja desde 1983, porque a esta ley hay
que cambiarla, pero por un texto por el cual todos sepan a qué
atenerse”.


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Un Clarín ha tocado atención (DICE Carlos Valle): La opinión de que la Ley propuesta es un ataque directamente contra el multimedios Clarín, parte de la certeza de que le afectará directamente a la que se suman confusas posturas de quienes la defienden. La reacción de Clarín no ha se ha hecho esperar y ha reaccionado con total intransigencia siquiera a considerar la necesidad de una ley de radiodifusión de la democracia. La Ley de la dictadura aprobada en 1980 fue modificada en aquellos aspectos que benefició la concentración de medios. ¿Qué necesidad hay de discutir cambios? Clarín se defiende de varias maneras. Una de ellas son sus llamativos titulares que están sostenidos por fuertes afirmaciones. Así escribe Eduardo van der Kooy: “El matrimonio presidencial persigue el control de los medios de prensa para intentar salvar un proyecto político que
empezó en junio a naufragar. Así de sencillo, sin tanta púrpura.” El Editor General de Clarín Ricardo Kirschbaum afirma que “La revisión comparada demostrará lo obvio: la derecha y la presunta izquierda coinciden en que los medios con credibilidad y audiencias masivas, apoyados en la autonomía económica, construyen una independencia muy molesta para el poder. “



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Un largo crepúsculo (Natalio Botana): Joaquín Morales Solá es la voz cantante de La Nación quien, desde ya hace un buen tiempo, ha tomado el camino de demoler al gobierno con ataques directos a las conductas personales del anterior y la presente mandataria, condimentado con elucubraciones sobre la estabilidad de sus psiquis. Así se refirió sin nombrarla a la Ley en su columna: “En síntesis, el periodismo es una presencia maldita para los gobernantes, salvo que difunda lo que el poder necesita que se difunda. Esa sería la mejor receta para lograr la defunción de la prensa, pero ¿no es eso, en última instancia, lo que están buscando? (28.08) Anteriormente había desacreditado las docenas de foros realizados en todo el país: “Cualquier ley es perfectible siempre y cuando exista un clima previo para perfeccionar y no para perseguir con tales reformas. La persecución es lo que prevalece hasta ahora. El Gobierno optó, por ejemplo, por hacer un debate abierto en el país para levantar el polvo de la polémica y para analizar sus sectarias ideas sobre los medios audiovisuales. Si existiera un propósito bueno y genuino habría enviado el proyecto al Congreso para que sean las cámaras legislativas las que realizaran las audiencias públicas.
( QUE EN ESTOS DIAS SE ESTAN SUCEDIENDO UNA TRAS OTRA, MIENTRAS EL CENTRO DE BUENOS AIRES Y LOS ACCESOS SE LLENA DE CONFLICTOS, CORTES DE RUTAS Y AVENIDAS, ETC... LO QUE CREA “EL CLIMA PROPICIO” PARA LO QUE ESTA EN JUEGO).
Las críticas a la Ley no terminan allí, porque otro columnista también sigue con su campaña de desgaste institucional. Algunos títulos de los escritos de Mariano Grondona lo indican: “La última batalla del matrimonio presidencial” (30.08), “¿Hacia dónde nos llevará la transición?” (02.08), “El problema ya no es Kirchner, sino la transición... ¿Para qué más?
Nota de referencia “Cada cual Atiende su juego” por Carlos A. Valle.



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MAS LINEAS SOBRE LA Ley de Comunicación de Servicios de Audiovisuales:

Cuenta otra leyenda que un tipo llamado Henry Martyn Robert fue llamado sin aviso previo a presidir una reunión pública de su comunidad, y que allí se dio cuenta que no sabía cómo hacerlo. A partir de esa embarazosa experiencia decidió no repetirla hasta conocer sobre leyes parlamentarias. Pero descubrió que había muy poca literatura al respecto y, en sus recorridas por Estados Unidos, notó una sostenida anarquía sobre los procedimientos parlamentarios. Para tratar de poner orden escribió en 1876 un libro llamado Robert’s Rules of Order que
sentaron las bases del funcionamiento parlamentario en muchos países. Hay quienes opinan que, dado que Robert como ingeniero trabajaba regularmente en el Ejército, los fundamentos de su propuesta diseñan el esquema de una batalla donde el objetivo es ganar al contendiente. Para ello se utilizan las mejores estrategias y no faltan las tácticas de descrédito y las alianzas circunstanciales.


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¿ES ESTO UN CAMPO DE BATALLA DE INTERESES?
SI SEÑORES... AUN CUANDO UD. NO LO CREA.
VEAMOS ENTONCES “En el campo de batalla” OTRO ANÁLISIS DE CARLOS A. VALLE.
Lo sucedido en la discusión y aprobación en la Cámara de Diputados de la Ley pareció asemejarse a una batalla cuyo objetivo solo se lograba venciendo al enemigo. Las sesiones de las comisiones estuvieron plagadas de críticas y rechazos. El oficialismo parecía demasiado ansioso por tratarla en el menor tiempo posible aunque reconoció que, un par de días más, hubiera podido ayudar. Apelaba al hecho que la Ley estaba en las manos de todos desde hacía varios meses. Además, no podía obviarse el largo y fructífero proceso que, durante varios años, en el que se empeño la sociedad civil a través de sus organizaciones sentando las bases fundamentales de la Ley en sus 2l puntos, fruto de los amplios debates en los foros a las que se añadieron las audiencias públicas. Todo esto conformaba un buen argumento para acelerar los tiempos. De todas maneras, los hechos posteriores mostraron que cierta parte de la oposición no mostraba intenciones de discutir la ley ni de ofrecer alternativas.



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OTRAS VOCES: Según el columnista Carlos Pagni (La Nación, 17.09) “Para justificar que la sesión comenzó cuando ya se había agotado el tiempo reglamentario, Vargas Aignasse propuso: "Imagínense si este Congreso tuviera que declarar la guerra y le dijera a la gente: señores, cayó la sesión porque algunos legisladores llegaron quince minutos tarde". Vargas Aignasse le puso nombre a lo que está sucediendo: es una guerra contra los medios de comunicación privados, cuya existencia es percibida
por un amplio sector de la clase política como una restricción a la
democracia. “
La extensísima sesión plenaria llamativamente usó varias horas para escuchar, de sectores varios de la oposición, repetidas mociones de privilegio para declarar invalidada la sesión. No obstante lo peticionado, siguieron participando por largas horas reiterando conocidos ataques al gobierno, alarmaron sobre los peligros a la libertad de prensa y empresa que la Ley habría de acarrear, a la vez que manifestaron su desconocimiento de los cambios introducidos en las reuniones de comisión: Así, una vez lanzados sus primeros ataques carentes de triunfo, se retiraron del campo de batalla: el PJ disidente, Unión-Pro, la UCE y la CC.
Estos fueron algunos de perdigones que resonaron en y fuera del recinto: "No puede legislarse en contra de ese derecho básico" (Silvana Giudici, UCR); "Esto genera un escenario bélico, cuando en realidad necesitamos un tratado de paz" (Luis Lusquiños, Frejuli); "La ley no le tiene que servir a un Presidente, le tiene que servir al pueblo de la Nación y nosotros debiéramos ser la garantía que esto ocurriera.” Graciela Camaño FPV (Perfil, Internet, 17.09) "Desgraciadamente, los diputados que tratamos el proyecto tuvimos una bellísima oportunidad, a mi juicio malograda. Temo que no sólo se hayan aprobado errores, sino hasta fragmentos viciados de inconstitucionalidad.” (Miguel Bonasso, quien anunció su voto negativo que finalmente cambió por una abstención.) (La
Nación, 18.09) "Es claramente un intento del oficialismo, al no poder cambiar la realidad, el aumento de los precios, la inseguridad, la falta de empleo, para tratar de influenciar sobre la opinión pública controlando la información." (Francisco De Narváez de Unión-PRO) (Clarín, 18.09) Para GerardoMorales, la Ley de Medios "replica el concepto ideológico cuasi fascista de la dictadura"(Ámbito Financiero 18.09) Así, el líder de PRO reclamó a los senadores que "pongan freno" al proyecto oficialista, y "no convaliden este gobierno fascista que se lleva por delante a todo el mundo". (Clarín,17.09)

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DE Tácticas y estrategias: Es claro que las intenciones de tratar la Ley estaban lejos de los intereses de una parte de la oposición. Se percibía una cierta confianza en que, si ya no era posible evitar tratarla con su retiro podría evitarse que se aprobara. Los más fuertes escollos que se habían manifestado fuera del oficialismo estaban relacionados con la composición del órgano de aplicación y la participación de las telefónicas. El anuncio de la Presidenta de eliminar esta última posibilidad y una cierta flexibilización en la composición del órgano de aplicación junto a una buena serie de cambios en el texto, casi 150, mostraba un panorama más flexible –que no siempre había manifestado el oficialismo- que acercaba a grupos opositores. La calificación de deserción, de agachada,
de claudicación, pareció una pobre y mezquina crítica y más bien reflejó una cierta impotencia. El apoyo brindado por alguno de los grupos opositores, entre ellos el Grupo Sur y el Partido Socialista al votar a favor del proyecto fue una noticia no esperada. Las críticas variadas asomaron como quejas impotentes. “Acá sigue actuando la chequera. A los socialistas los respeto, pero que, tranquilamente, Binner pase a ser aliado del Gobierno y en una ley como esta. Es raro que una persona que quiere tener futuro,
y no precisamente al lado del Gobierno, haya aflojado de esa manera. Da para pensar que ha habido algo para Santa Fe", afirmó Felipe Sola (LN, 18.09) “¿Pretenderán empezar a ser vistos como una suerte de kirchnerismo más prolijo con la idea de seducir a un supuesto electorado progresista? Frente a esta hipótesis, lo más probable es que terminen siendo deglutidos por el aparato oficialista.” lanzó el columnista de La Nación Fernando Laborda en su “Los votos swingers y la verdad kirchnerista”. Por su parte, el senador Carlos Reutemann acusó al gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, de contribuir a la "falta de libertad y ausencia de federalismo" y afirmó que "La votación en el
Congreso de la ley de medios lamentablemente me ha dado la razón en lo que vengo sosteniendo hace ya mucho tiempo: Binner y el socialismo son los verdaderos aliados del kirchnerismo" (Clarín, 19.09).

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Para Eduardo van der Kooy , los Kirschner rehacen un polo de poder y pretende rebajar el apoyo recibido a la Ley: “¿Podría desprenderse de la realidad general una ley que versa sobre la libertad de expresión, el derecho a la propiedad y los derechos adquiridos?. O es, en efecto, aquella melodía kirchnerista la que termina provocando sordera o la centro izquierda ha perdido en esta época la capacidad de análisis global que supo caracterizarla aquí y en cualquier rincón del mundo.” (Clarín, 18.09)
La interpretación de que habían pasado al bando enemigo dio lugar a remarcar la posición crítica de quienes apoyaron la Ley; algunos, quizás, marcando en demasía sus críticas al gobierno como para no dejar dudas de su independencia del oficialismo, como Claudio Lozano y Fernando “Pino” Solana –a quien Mempo Giardinelli le envió una cálida “Carta al compañero Pino” antes de la votación para que reflexionara sobre el valor “superador” del proyecto. (Página 12, 15.09) Frente a esta situación ¿Qué le resta a la oposición que no apoya la Ley? Buscar nuevos flancos que debiliten la posición del oficialismo mientras pasa al tratamiento por parte del Senado. Hay, al menos, dos que se destacan. El primero es de carácter negociable y tiene que ver con el plazo estipulado para que los dueños de medios se ajusten a la
Ley. Todo da a entender que ese plazo podría sufrir modificaciones y, una vez más, debilitaría el ataque. El segundo flanco es la legalidad de la Ley. De ser aprobada, lo que resta es denunciarla como anticonstitucional.

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“La Convención de Ginebra”: En un artículo titulado “Advierten que la justicia podría declarar nula Ley de Medios” (La Nación, 17.09) el constitucionalista Daniel Sabsay afirma que las irregularidades al Reglamento de la Cámara de Diputados
son “sumamente graves”.Para otro constitucionalista, Gregorio Badani, ya una de las irregularidades denunciadas por la oposición es lo suficientemente grave como para terminar en la Justicia. Pero ambos reconocen que a lo largo de la historia judicial argentina, es casi imposible que la Corte impugne leyes haciendo hincapié en la irregularidad del trámite legislativo.
Para Adrián Ventura “La ley de medios es totalitaria” porque: “Las
normas son tan irracionales que son abiertamente inconstitucionales y dispararán muchas demandas judiciales. Pero, además, de aplicarse, corren serios riesgos de generar desempleo, como ya lo advirtieron algunos gerentes de distintas empresas audiovisuales.” (La Nación, 17.09). Mariano Grondona, elucubrando la idea de que podría no sancionarse ninguna ley, se hace eco de la advertencia del gobernador de Alberto Rodríguez Saá “que el Congreso no está autorizado a sancionar "ninguna"
ley de medios” apelando al artículo 32 de la Constitución, que reza así: "El Congreso Federal no dictará leyes que restrinjan la libertad de imprenta o establezcan sobre ella la jurisdicción federal".
Según Grondona:” la Constitución da un paso más en la defensa de las libertades porque aquí no se limita a defender la libertad de expresión sino que además "prohíbe" directamente cualquier ley, buena o mala, que el Congreso pretenda dictar en esta materia.” (La Nación, 16.09) Pero justamente, habrá que demostrar que la restricción de la libertad está en seno de una ley federal con participación federal.
Un alto en el fragor de la batalla: La búsqueda de una comunicación democrática pone en claro los intereses
de quienes están bregando por una comunidad de hombres y mujeres que, valorando los esfuerzos de muchos, pongan los valores de la dignidad humana como bastiones inexpugnables, donde la palabra de todos pueda ser oída en el marco de la libertad y la verdad. Pero esta no es una batalla entre iguales, porque hay muchos intereses económicos que bregan por teñir de democráticas sus aspiraciones comerciales.

Referencias: Artículos de Carlos A. Valle en “Cada cual Atiende su
Juego” y otros autores citados.