3 jun 2009

007 Y EL AGUA - POR AGORA 21

El agua sigue en el tapete
y ahora la realidad se funde en la ficción



Ahora hasta el espía de ficción James Bond pelea por el agua para todos. Sucede que como están las cosas y pensando en el agua como un grave problema para el futuro inmediato, el cine y la realidad pueden parecerse más de lo que podemos suponer.


Hace un tiempo atrás el espía más famoso del cine mundial regresaba a las pantallas en el filme “Quantum of Solace” y, esta vez, luchaba contra un malvado que trataba de controlar recursos estratégicos de agua en un país en desarrollo. ¿Es el guión de la última película de James Bond una trama de ficción demasiado exagerada o una situación peligrosa que sucede delante de nuestros ojos sin que lo veamos?
Una especialista en el tema dijo: “El control sobre el agua se traduce cada vez más en beneficios y poder”. Maike Gorsboth, coordinadora de la Red del Agua, una ONG mundial que junto a organizaciones y movimientos trabajan en favor del acceso al agua para todas las personas y en la elaboración de soluciones a la crisis del agua basadas en la comunidad. En la última película de James Bond –así lo recordaran quienes vieron el filme-, el malvado de turno trata de controlar el “recurso más valioso de la tierra” en un país en desarrollo.
Esto llevó a plantearse –a los especialista en el tema- trabajar sobre la hipótesis que puede ser real que una mafia adquiera el control del suministro de agua de una comunidad. Será esto posible? La información disponible nos ofrece un panorama aterrador. Realmente se puede afirmar que hoy mismo somos testigos de luchas por el control de los suministros y recursos de agua. Qué, al aumentar la escasez de agua y crecer constantemente su demanda en muchos países de todo el mundo, el control de este recurso se traduce cada vez más en beneficios y poder. Hay empresas que están comprando los derechos al agua, así como tierras para asegurarse el acceso a los recursos hídricos.
Por ello, de alguna forma la idea de la película no es tan exagerada
como se podría pensar. Por el contrario, uno de los problemas es
exactamente que, aunque la corrupción es muy importante en el sector
hídrico, lo que ocurre en muchos casos no es ilegal.
En muchos casos no existen o son insuficientes las disposiciones legales que aseguren el control público y regulen la propiedad privada y el uso de los recursos
de agua. Si en el futuro el agua ha de convertirse en algo más valioso que el petróleo, es posible que sea objeto de preocupación de los servicios secretos, aunque en este caso se trate de uno nacido en la ficción cinematográfica.

El “agua para todos”

Algunas denuncias comienzan a insistir sobre que sin un acceso adecuado al agua la dignidad humana peligra y el desarrollo es imposible. Y quienes más padecen la falta y la desigualdad del acceso al agua potable son los más pobres. Ahora bien, esto no es simplemente un resultado inevitable de la escasez física de agua. Hay
factores políticos, sociales y económicos que determinan quién dispone de agua y quién no. Resulta, pues, una preocupación ética, una cuestión de justicia.
James Bond en la ficción cinematográfica afronta el problema pistola en mano. ¿Qué tipo de acción adoptará la gente, es decir, todos nosotros?
En la película, el malo casi consigue su objetivo porque trabaja en secreto y se aprovecha de la codicia y corrupción de otras personas. Las organizaciones sociales de todo el mundo –especialmente las relacionadas al cooperativismo- están sensibilizando y educando a la gente sobre lo que está ocurriendo, y advierten sobre el peligro de la privatización de la fuente misma de la vida. Elevan su voz en favor de los pobres y más vulnerables, ayudándolos así a defender su derecho al agua contra intereses más poderosos.

Acusan a un sistema económico

Los movimientos por el agua reunidos recientemente en el Forum Social Mundial (que se realizó en Belém, Brasil) consideran que este modelo económico ha declarado guerra a la naturaleza: al agua, al aire, a la tierra y los bosques, y a todos los bienes comunes naturales. Señalan que esta crisis mundial - social, ambiental y económica - se manifiesta también en el acceso a los servicios de agua y saneamiento que reflejan los principios económicos dentro de los cuales se desarrollan, dividiendo la humanidad en incluidos y excluidos.
“A partir de la declaración de ciudad de México –dice la Declaración del Foro en el que participaron varias ONG de nuestro país- reforzamos nuestros
principios básicos”. Estos según ellos son que:
-El agua en todas sus formas es un bien común y su acceso es un derecho humano fundamental e inalienable de todos seres vivos.
-El agua es un patrimonio de las comunidades, de los pueblos y de la
humanidad y de la naturaleza: no es mercancía.
-Exigimos que cualquier ser humano tenga acceso y derecho al agua de
buena calidad y en cantidad suficiente para la higiene y la
alimentación.
-La gestión del agua debe permanecer en el ámbito público y comunitario,
con participación, equidad, control social, sin fin de lucro y no debe
generar violencia a los territorios preservando el ciclo del agua.
Todo esto, lógicamente, mezclado con otros reclamos. Pero lo que más asombra de esta coincidencia es que en la ficción de 007 y en las declaraciones del Foro de Belém la cuestiones transitan los mismo carriles. Debe ser que ya todo es muy descarnado y evidente. Algunos recordarán, que en las agendas de los grandes medios de comunicación el tema del agua, está siempre presente. Además, no debemos olvidar, que hemos visto “noticias” sobre pequeñas guerras de baja intensidad cuyo motivo ha sido apropiarse del agua como recurso.

© Juan Bazán