25 jul 2006

NOVEDADES SOBRE ALBERT EINSTEIN

Construcciones mentales que siguen apasionando
con sus códigos y las aventuras de su pensamiento


A nadie –aún- se le ocurrió iniciar la saga del "Código Einstein", pero la imagen de este "sabio moderno", con sus extravagancias popularizadas por la prensa mundial, sigue se presta y está vigente en el conocimiento colectivo y las singularidades de su manera de pensar sigue fascinando a sus seguidores. Aún es un icono y sólo se conoce un reflejo de la verdadera persona. Curiosamente, junto a Freud y a Marx, es uno de los tres hombres a quien los historiadores acusan de ser los constructores ideológicos del mundo actual. Ese mundo que sufre profundas transformaciones, cuyas resonancias últimas, brotaron de sus mentes para abonar el caos con la esperanza de la aventura intelectual de encontrar el utópico cosmos prometido.

Tres novedades nos impulsan a este trabajo: la reciente publicación de Imágenes de Einstein. Relatividad y cultura en el mundo y en Argentina. De Miguel de Asúa y Diego Hurtado de Mendoza por EUDEBA; las nuevas "revelaciones amorosas" del sabio que surgen de unas cartas que aparecieron en estos días; y especialmente la relectura de ese clásico de Albert y Leopold Infeld titulado La física, aventura del pensamiento.

EL LIBRO DE EUDEBA

Imágenes de Einstein. Relatividad y cultura en el mundo y en Argentina.
Miguel de Asúa – Diego Hurtado de Mendoza

De igual manera que la palabra relatividad se fue deslizando, abusivamente, hacia terrenos artísticos, filosóficos e ideológicos hasta perder su sentido original, la figura histórica de Einstein ha quedado anulada por la estampita laica del sabio genial, tan reverenciado como poco entendido.
Así, cuando en el otoño de 1925 el físico alemán visita la Argentina –con el mito en plena gestación y a veinte años de la aparición de sus decisivos artículos– es aclamado más por su condición de personaje de fama internacional que por sus contribuciones revolucionarias a la ciencia de las que se sabía poco y nada. Este malentendido, como otros indistintamente desoladores, obliga a los autores de Imágenes de Einstein a soslayar la crónica minuciosa de su paso por el país y optar por la indagación acerca de cómo fue percibido, lo que se creyó entender, lo que fue imaginado, sentido y expresado a partir del análisis de tres áreas: la prensa, la filosofía y la literatura. Y, si bien el enfoque se centra en nuestro país, no se descuida la visión, desde esos mismos registros, efectuada en Alemania, Inglaterra, Francia y EE.UU. con el objeto de ilustrar los principales momentos del proceso de formación y las primeras manifestaciones del llamado "fenómeno Einstein" y a su vez –más importante aun para los fines de esta obra– trazar una contexto del episodio argentino, capaz tanto de reflejar aspectos universales que hacen a una historia cultural de la recepción de las ideas relativistas, como de aportar elementos cruciales para la comprensión histórica de los procesos de asimilación de la ciencia en países periféricos.
Tal vez uno de los principales méritos de este libro sea el de señalar las tensiones, reacciones y limitaciones que la sola presencia de Einstein desnudó en los medios científicos, periodísticos, filosóficos y literarios de nuestro país y es de esperar que, una vez superado el regusto amargo que producen ciertos episodios relatados, contribuya a reflexionar sobre la errática trayectoria de la ciencia en Argentina.

Miguel de Asúa es doctor en medicina (UBA), MA en historia y filosofía de la ciencia y Ph.D. en historia de la ciencia (University of Notre Dame, EE.UU.). Miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Buenos, publicó numerosos artículos especializados sobre historia y filosofía de la ciencia. Sus últimos libros son Ciencia y literatura. Un relato histórico (Buenos Aires, Eudeba: 2004) y, en colaboración con Roger French, A New World of Animals. Early Modern Europeans and the Creatures of Iberian America (Aldershot, U.K., Ashgate, 2005). Es miembro de la carrera del investigador de Conicet, profesor titular de Historia de la Ciencia y de la Medicina en la Escuela de posgrado de la UNSAM, profesor de Filosofía en la USAL San Miguel y docente en la carrera docente de la FFYB de la UBA

Diego Hurtado de Mendoza es Doctor en Física (UBA). En la actualidad es miembro de la carrera de investigador de Conicet (área de historia), profesor titular regular de Historia de la ciencia en la Escuela de Humanidades de la UNSAM, director del Centro de Estudios de Historia de la Ciencia José Babini (UNSAM) y de la revista de historia de la ciencia Saber y Tiempo. También es profesor de historia social de la ciencia en la Maestría de Política y Gestión de la Ciencia y la Tecnología de la UBA. Es autor del libro Los ideales de universidad científica (1931-1959). Elitismo y función social de la ciencia en la Argentina (Buenos Aires: Libros del Rojas, 2002) además de artículos en revistas nacionales e internacionales y capítulos de libro. Su especialidad es la historia social de la ciencia en América Latina durante el siglo XX. Actualmente trabaja en la historia de la energía nuclear en la Argentina.

LAS CARTAS DE AMOR

Una oscura amante de Einstein emergió de las cartas del científico dadas a conocer ayer por la Universidad Hebrea, echando nueva luz sobre la vida del genio. Ethel Michanowski, una socialista de Berlín, estuvo involucrada con Einstein a fines de los años veinte y comienzo de los treinta, y llegó tan lejos como para perseguirlo hasta Inglaterra, dijo Barbara Wolff, curadora de los archivos de Einstein de la Universidad.

Michanowski era una amiga de las hijastras de Einstein, y tenía alrededor de 30 años -15 menos que el científico- en el momento del affaire, dijo Wolff. Las más de 3500 páginas de correspondencia fueron escritas entre 1912 y 1955, año de su muerte. Entre las revelaciones figura también que Einstein perdió mucho del dinero del Nobel durante la Gran Depresión, que era un padre más devoto de lo que se pensaba y que no se hacía mucho problema por hablar de sus relaciones románticas con su segunda mujer. Se sabe que Einstein tuvo diez amantes, además de las dos mujeres con las que estuvo casado después de haber tenido romances con ellas, dijo Wolff. Michanowski y las otras -incluyendo a Margarete, Estella, dos Toni y una Betty- navegaron, leyeron libros, fueron a conciertos y otras actividades con él, dijeron los archivistas en una conferencia de prensa. Lo que más llama la atención de las más de 1300 cartas dadas a conocer ayer es la forma en que Einstein discutía abiertamente sus affaires extramatrimoniales con su segunda esposa y prima, Elsa, y su hijastra y confidente, Margot. Michanowski es mencionada en tres de las cartas dadas a conocer ayer. En una de 1931, a Margot, Einstein se queja: "La señora M. [Michanowski] me siguió a Inglaterra, y su asedio está fuera de control". Las cartas, la mayoría para Elsa y de su primera mujer y sus dos hijos, han estado en los Archivos de Einstein durante años. El testamento de Margot Einstein estipulaba que no podían darse a conocer hasta que hubieran pasado 20 años de la muerte del físico, el 8 de julio de 1986.

AQUEL CLÁSICO SOBRE
LA AVENTURA DEL PENSAMIENTO

Este libro casi de divulgación, escrito junto a su amigo y colega Leopold Infeld, llamado "La física, aventura del pensamiento" puede resultar apasionante. Fue reeditado en una edición económica a mediados de 2004 y curiosamente practicamente "desapareció" de los kioscos de Buenos Aires en apenas unos pocos días. Nos topamos con otras ediciones, en la última Feria del Libro, que también eran adquiridas por la gente que visitaba la enorme muestra. Nos resultó curioso porque no es común ver a los "compradores comunes" de este tipo de libros. Pero... así sucedió.
En el corto prefacio del mismo Albert y Leopold dicen: "Este libro es una simple charla entre usted y nosotros. Puede usted encontrarla interesante o aburrida, torpe o apasionante; pero nuestro objeto se habrá cumplido si estas páginas le dan una idea de la eterna lucha de la inventiva humana en su afán de alcanzar una comprensión más completa de las leyes que rigen los fenómenos físicos."
A uno le cuesta creer que haya tantos interesados en "comprender", entre las personas de esta caotica ciudad, pero al parecer así es.
¿De qué hablan las ideas de Einstein?
Recordemos que "La teoría de la relatividad especial o restringida" (1905), está referida a sistemas no inerciales (velocidad constante), se basa en dos postulados fundamentales: según el primero, la luz se propaga con velocidad constante con independencia del movimiento de que esté animado el cuerpo que la emite; el segundo postulado establece la imposibilidad de demostrar experimentalmente si un cuerpo se halla en reposo o en movimiento uniforme y rectilíneo con velocidad constante.
La teoría de la relatividad ha tenido considerables consecuencias en la formulación cinemática de numerosos fenómenos en los que intervienen velocidades apreciables. Los fenómenos se describen en un espacio-tiempo cuadridimensional, en el que el tiempo pasa a ser una coordenada más, con lo cual se ve también afectado por la contracción de las magnitudes dada por las fórmulas de Lorentz cuando se estudia un sistema físico desde un sistema de referencia en movimiento con respecto al primero.
Por su parte "La teoría de la relatividad general" es una ampliación del concepto restringido al caso de sistemas en movimiento acelerado, y parte del principio de equivalencia entre los conceptos de masa gravitatoria y masa inerte, que implica, entre otras cosas, la interacción gravitatoria entre masa y radiación y la equivalencia entre masa y energía.

ALGUNOS DATOS ADICIONALES

Hoy por hoy el pensamiento científico de Einstein –según algunos- ya no genera la veneración propia de una verdad revelada. Mientras que para otros este sigue abriendo puertas hacia misterios que raramente pudieron ser imaginados sin su participación.

Albert Einstein vivió una infancia y adolescencia en un mundo que se iba disgregando: el siglo XIX. Nació en Ulm (Alemania) en 1879 para después morir en Princeton (Estados Unidos) en 1955. No cabe ninguna duda que Albert fue el "gran Físico alemán" de todos los tiempos. Su ambivalente biografía nos lleva a seguirlo mientras trata de efectuar estudios secundarios poco brillantes en Munich. Luego en 1896 ingresó en el Instituto Politécnico de Zurich y adoptó la ciudadanía suiza. Más tarde fue profesor en las universidades de Berna, Zurich, Praga y Berlín y miembro honorífico de numerosas academias y sociedades científicas.
En 1905, siendo profesor auxiliar en Berna, dio a conocer su teoría de la relatividad restringida, que modificaba profundamente los conceptos de la física clásica. En 1916 enunció la teoría de la relatividad generalizada, pieza fundamental de la física moderna. Al mismo tiempo llevó a cabo investigaciones sobre estadística, teoría cinética de los gases y reacciones fotoquímicas y enunció la ley del efecto fotoeléctrico, que le valió el premio Nobel de física en 1921.
En 1933 se vio obligado a refugiarse en Norteamérica, donde adquirió la nacionalidad, y en 1940, a pesar de su actitud pacifista, promovió con sus descubrimientos la fabricación de la primera bomba atómica. Sus importantes investigaciones en física teórica le convirtieron en uno de los científicos más destacados del siglo. Sus últimos trabajos, inconclusos, versaron sobre la teoría del campo unitario. De entre sus obras se destaca –según sus biógrafos- la memoria titulada "Sobre la electrodinámica de los cuerpos en movimiento" (1905), que establece los fundamentos de la teoría de la relatividad especial. Además, citan a "Principios de la teoría de la relatividad" (1916), "Sobre la teoría especial y general de la relatividad" (1917) y "Mi visión del mundo" (1934) entre otros textos especializados.

DIRIAMOS QUE SON...

... sólo cuestiones de física que no mucha gente comprende, pero que extrañamente, como pudimos observar en la Feria del Libro todavía hay gente que trata de conocer. Reconocemos que aun cuando su finalidad escape no sólo a las necesidades cotidianas y apunte a los misteriosos juegos mentales de lo más abstracto de la ciencia, Albert Eintein aún tiene lectores interesados.
Esto nos lleva a tratar de buscar una respuesta sobre la afirmación generalizada de los historiadores sobre Einstein como uno de los constructores ideológicos del siglo pasado. Algo que no es nada fácil. Nos atreveríamos solamente rescatar que el concepto de relatividad, que se refiere a la calidad de relativo de todo lo que podemos apreciar en el mundo físico, es algo unido al lenguaje común y a las actitudes filosóficas de mucha gente. Pero también recordar que esa cualidad es parte de una aberración de nuestra mente que a todo trata de darle un rótulo o una explicación a todo. Esta nunca dejará de ser una opinión –una opinión mental- y alguna vez entenderemos su significado.
Ahora bien, si actualmente los científicos están comenzando a trabajar en física con los Universos Paralelos, como simples escritores de ciencia ficción, esto seguramente se debe a las indagaciones de este Maestro que nos enseñó los potenciales de la imaginación y el pensamiento para indagar en lo más recóndito de las impensadas singularidades que nos rodean. (Juan Bazán)

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